(Bienvenida al inicio de nuestras vidas)
(Atardecía)
Y Él le –Respondió –  Te recordare día a día en el atardecer,
(melancolía amorosa, fragilidad ausente) mientras oscurece.
(Sus miradas se besaron y lagrimas, silenciomente lloraban)  
Hoy me alejo de ti –Le dijo a ella – con suave nostalgia,
con frágil voz dolosa, que indefectible evitaba perderla.
 
Hoy me alejo de ti, resignado, como los amantes,
y como un amante de tu añoranza anhelo tu próxima visita,
y la agonía suspira una vez más ¡Por favor. Quiéreme!
Pero, me conformo con tu compañía, próxima pérdida.
Próximo olvido ¡Concluye soledad!
 
(Desde entonces el atardecer espera volver a verlos, enamorados.
Como dos amantes que se separan)