Nunca tuve vocación de adivina
¿cómo iba yo a saber la bofetada
que me daría tu triste mirada
aquél día?
¿cómo iba a adivinar que tu espalda
se convertiría en una fría pared ...
y que no encontraría  más que
solo invierno en tus besos?
... Y es que acaso, debía suponer
que tus manos ya no sentían más?
debía saber que aquél que junto
a mí durmió no era más que un
envase vacío,  que un corazón que
ya no latía  ... Pues te digo que no,
vocación de adivina no tengo Yo!