Y lleg la maana
Publicado en Dec 11, 2012
Tus ojos reflejan un candor que no había visto antes.
Tus celos reavivan el deseo oculto en ti, no visto hace centenares, Tus manos inquietas sudan ante nuestra cercanía, pero en el corazón se siente que estas muy lejos todavía. Tú corazón acelerado que clama por mi atención. Tus músculos desgarrados por querer sentir la fricción. Pero en mi alma la necesidad de algo más que un roce detiene la acción, se siente como un ave aprisionada, que ya no soporta estar abandonada. El alba llegó, y con un suave trinar, el canto del pájaro sonó, Te levantas y caminas hacía el umbral de la puerta, me dedicas una última mirada de suplica y esperanza, más mi postura es firme y no me muevo de la orilla de la cama, volteo la mirada y observo al triste pajarillo que hace nada cantaba, azotas la puerta, y de nuevo te vas, como si nada. Tus suaves susurros que se desvanecen en el aire. Tus pasos lentos que se escuchan cada vez más distantes. Tus manos que vuelven a la calma y se alejan punzantes. Tus trémulos sentimientos que ya se han ido, y yo, la misma persona a la que el miedo ha consumido, viviré por siempre, con la huella de este nido, en el corazón que se negó a permanecer vació, con la calma de un alma renovada, que al principio extrañara a aquella persona que adoraba, con aquél extraño sentimiento, que despertó en ese momento en el que el alba la llamaba.
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Dulce Mila
Singer
Ghisselle Avila