CARRERA CONTRA EL TIEMPO 1
Publicado en Dec 14, 2012
Ese día, al igual que todos los anteriores, la jornada había sido extenuante. Los cuatro amigos coincidimos en aquel lugar y al mismo tiempo pensamos que en un día tan caluroso, de duro batallar y además de soportar estoicamente la última cadena de ese día (en esta oportunidad en consideración con los oyentes, había sido más corta, tan solo cuatro horas), mínimo nos merecíamos una cerveza bien fría. El sitio propicio era las “Cuatro Avenidas” y ya a esa hora de la tarde, cuando el sol declinaba benevolente sus últimos rayos sobre los toldos templados de lona blanca de aquel local, todo se antojaba desestresante, suave y deliciosamente cómplice. Las bellas valencianas comenzaban a adornar las aceras (incluso había una que parecía “turka”) y los negocios iniciaban el ritual preparativo de sacar las mesitas, las sillas plásticas, las sombrillas que noche tras noche, reunía bajo sí, a toda una fauna variada de las más interesantes especies. Estuvimos de acuerdo por unanimidad que no todo era ganarse el pan con el sudor de la frente, de continuo “camellar” en la vida y quizás, a estas alturas del partido, pudiera en consecuencia inventarse algo para salirnos un poco de la rutina. El “Popocho”, fue el primero en proponer lo de la carrera que estaba promocionando por la televisión una reconocida “bebida energética”. No lo han visto? inventemos algo para no fastidiarnos; cuatro más! gritó, para que le oyera la bella Celenia, mientras que al mismo tiempo se escuchaba en el ambiente una pegajosa canción de Ray Charles acompañado por un coro de seis negras que cantaban como los ángeles y que pasaban en la gigantesca pantalla de plasma al fondo del local. Los primeros tragos desaparecieron en la garganta como gotas de lluvia sobre la seca estepa de un largo verano en el desierto africano. Las cuatro botellas regresaron a la mesa, pero completamente carentes del espumoso contenido. Aprobado! fue decido de inmediato y utilizando unas servilletas para tal fin, comenzamos los primeros garabatos del futuro proyecto…
En caso de clasificar, sería designado como piloto, el “Popocho” ya que por ser el más robusto, resultaba perfecto para ayudar a la inercia en el raudo descenso por la avenida “Don Bosco” de Altamira, en Caracas, aquel 18 de Mayo. Posdata: El lunes nos llegó por correo la noticia de que habíamos clasificado. Debo comentarles que ya la “Popocha”, se encuentra dedicada al entrenamiento del “Popocho”, el cual consiste en subir diez kilos adicionales y para tal fin, el riguroso régimen incluye desayuno, medias onces, almuerzo, media tarde y copiosa cena! Eso sí, cero ejercicios para no perder ni un gramo!! Caracas, insolar, 19 Marzo 2008.
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