La banca del parque
Publicado en Dec 18, 2012
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Era una noche mágica llena de aromas envolventes, el olor de su cabello, su exhalación en mi rostro; texturas fascinantes sus manos describiendo formas en mi espalda, mi vientre presionando el suyo, mis manos perdidas en la espesura de su suave cabello, sus labios, adheridos a mi cuello generando toda clase de sensaciones , estremecimientos que me recorren los nervios desde la base del cuello hasta las punta de los dedos; los sonidos agregan su toque especial, su respiración acelerada por el fuego en su interior provocado por el roce de su cuerpo con el mío, al mismo tiempo mi respiración entrecortada por los espasmos que me hacen sentir con sus labios en mi piel…. de pronto abrió mis ojos y me encuentro sola en mi cama, la habitación oscura y yo abrazada a la almohada, todo había sido un sueño, un fascinante y delicioso sueño que no pude concluir, sin embargo mi respiración aceleraba me hacía creer que todo había sido real, con esa sensación deliciosa en mi cuerpo me arregle y Salí como de costumbre, camine por las calles de siempre pero un arreglo en una de ella me hizo desviar de mi camino una salida forzosa de mi rutinaria caminata el desvio me llevo al parque central y como había salido con bastante tiempo decidí sentarme en una de las bancas pasaron cinco minutos cuando sentí aquella sensación que te dice que hay alguien viéndote, para pasar a la sensación que te dice que hay alguien justo detrás de ti, me gire lentamente y ahí estaba él contemplándome con sus brillantes ojos con esa expresión segura en su rostro, sentí como un cosquilleo lleno mi estómago y fue subiendo hasta que se alojó en mi garganta sin dudarlo se acercó y poso sus labios en los míos tomando entre sus manos mi rostro que sensación tan maravillosa, sentí como si él hubiera acudido en mi auxilio como si con mi sueño lo hubiera invocado… se sentó a mi lado y seguimos besándonos, las sombras de los arboles tras la banca generaban un ambiente casi intimo como si no hubiese nadie más en el lugar, mientras nos besábamos una de sus manos se coló bajo mi blusa buscando aquello que da mutuo y momentáneo placer, mis manos se enterraron en su cabello dando ligeros jalones, sus labios abandonaron los míos para posarse en la base de mi cuello cerca de la oreja dando con el punto exacto donde me produce las más enloquecedoras sensaciones… mis manos bajaron y pasaron bajo su chaqueta para encontrar su firme espalda algo tensa por la emoción del momento, su mano seguía en uno de mis senos jugueteando con mi pezón haciéndolo crecer y decrecer a su antojo generando toda clase de intensas sensaciones, su respiración cálida y dulce subía desde mi cuello hasta mi rostro embriagándome como un néctar delicioso embriaga a una abeja en su vuelo, su rostro antes frio como el mármol se tornaba lentamente tibio, tan suave contra mi piel, de nuevo nos besábamos y ahora caía en cuenta de otra coincidencia más en el día…mi falda, casi nunca las uso y hoy había decido sin pensarlo dos veces ponerme una de corte A bastante amplia, su mano que se había acostumbrado ya a la forma de mi seno abandono su lugar para bajar lentamente hacia el borde de mi falda mientras con la otra mano sostenía mi cintura como cerciorándose que no me vaya a escapar, lentamente su mano subió por mi muslo provocando un cosquilleo indescriptible siguió con su ascenso hasta que llego a la barrera de tela que le impedía entrar en contacto con la causa de su deseo… una de mis manos había salido del refugio de su espalda para encontrarse con el borde de su pantalón, solamente se interponía un botón y una cremallera entre mi mano y el tesoro que anhelaba mi cuerpo … mientras mi mano peleaba con tan sencilla y fastidiosa barrera, su mano oh su mano ya se había abierto paso por un lado de la tela que cubría la joya preciada sus dedos inquietos como siempre habían encontrado la húmeda abertura que incita los más fervorosos deseos, inicialmente froto suavemente los pliegues que cubren la cueva en la que anhela refugiarse provocándome estremecimientos tales que mi cuerpo se arqueo levemente separándose del espaldar de la banca con el calor de la situación finalmente mi mano había evadido los obstáculos que le impedían llegar al viril tesoro que en cueva deseaba refugiar prontamente… al tener su virilidad en mi poder su cuerpo tembló levemente haciendo que su mano se moviera y uno de sus dedos entrara en mi ser provocando que su mano se embebiera en mi esencia un ritmo encantador se apodero de nuestras manos, totalmente sincronizados como en un baile sensual el entraba y salía de mi alternando uno y dos dedos de vez en vez y algunas presiones internas que me hacían estremecer, mi mano subía y bajaba deteniéndome en ocasiones en su reluciente cabeza que exudaba los deliciosos inicios de la esencia que me esperaba más adelante, nuestra respiración se volvió una sola entre el agitar de nuestras manos y los besos pasionales con mordidas incluidas, me llevo a un primer éxtasis de placer… mi cuerpo se tensó, mis oídos zumbaron, mi espalda se arqueo y mi sexo se inundó con mi propia esencia sumergiendo su mano en el néctar emanado de mi interior saco su mano y probo sus dedos, eso me enloqueció, mientras mi mano había encontrado un punto propicio que cada vez que lo estimulaba de cierta manera sentía como espasmos de lujuria recorrían su cuerpo haciéndolo tensarse, tome un ritmo más rápido con el fin de compensar lo que me había hecho sentir hacia unos instantes… el placer debe ser mutuo pensé, su rostro se transfiguro, sus ojos brillaban de éxtasis mi mano ya a un ritmo incontrolable logro su cometido, su esencia cubrió mi mano facilitando mi movimiento chorros de semen empaparon su camiseta el olor dulce y empalagoso de su ser subió hasta mi nublando mis sentidos…mi mano recorrió toda su virilidad desde las capsulas que habían contenido aquel regalo que acababa de darme hasta la punta gloriosa por donde acababa de salir dicho manjar, saque mi mano y al igual que el probé del contenido emanado de su interior, un sabor a nueces dulces lleno mi lengua un sabor energizaste como la ambrosia de los dioses griegos…finalmente nuestros labios se encontraron en un beso suave y tierno y bastante largo….todo paso como si el mundo no existiera, como si en aquel parque no hubiese estado ni un alma, como si las ramas de los arboles nos hubiesen cobijado con sus hojas cubriéndonos de las miradas tajantes de la gente…… FIN
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Foto del autor Liivad
Textos Publicados: 2
Miembro desde: Dec 18, 2012
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Descripción

Palabras Clave: banca parque romance amor pareja

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Derechos de Autor: MayaSands


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