La Puta De La Familia
Publicado en Dec 18, 2012
Los pasos de Edelmira
Mamá siempre decía que cada quien forja su destino, que en la vida hay tropiezos y algunas veces caídas, pero siempre y lo mas importante es ponerse de pie. Mi nombre es Edelmira, y a medida que el tren se va alejando de mi tierra, mi querida tierra cercana a Parral, voy encontrando paisajes desconocidos. Ya he andado mas de diez horas en tren y según he escuchado conversar a otras personas aun faltan otras cinco horas para llegar a la capital. Era un día domingo,15 de febrero de 1947, el sol se estaba ocultando y yo sentada en un banco de la estación central, vi a un joven que me miraba, quien no tardó en acercarse e invitarme a tomar un trago de vino, primero fue uno, luego dos. Solamente me di cuenta cuando estaba metida en una cama, ya a mis quince años había perdido mi virginidad y a medida que el vino perdía su efecto en dolor se hacia un poco mayor. Estiré la mano bajo la cama para recoger una bacinilla, fue entonces que me di cuenta que estaba ensangrentada. Busqué mi maleta para sacar de ella un paño y mojarlo en el lavatorio que habían dispuesto en la habitación, pero no me fue posible encontrarla. Fue entonces cuando empecé a mover a Juan, el hombre con quien me había ido a la cama, pero se convirtió en una fiera, y de una palmada en mi cara me arrojo al suelo. Yo lloraba sin consuelo, pero me sujeto de la solapa y me tiró sobre la cama, para poseerme nuevamente, sin embargo al verme ensangrentada sintió un gran asco y se dio la vuelta y salió de la habitación dejándome encerrada. Yo golpeaba la puerta pero no había nadie quien me la abriera. Aquella habitación se convirtió en mi cárcel, mi baño, mi mundo. Me acerqué a la ventana, la cual estaba tapiada con tablas, pude ver por una hendija como pasaban los autos varios metros mas abajo, y en medio de mi angustia y mi hambre miraba como el sol se ocultaba, cuando de pronto sentí los pasos de un hombre subiendo una escalera, luego otro, viene acompañado, -me dije. Quien lo acompañaba era un hombre gordinflón, de unos cuarenta años, de pelo cano y rostro demacrado. Esta es la mocosa de la que me hablaste, -le dijo-y por ella cobras cinco pesos, acaso es virgen que pides tal brutalidad de plata. Lo era, -le respondió Juan con una risa burlesca en la cara- hasta anoche lo era. Siendo así, te pago los cinco pesos que pides, -le dijo. Yo intenté oponerme pero una cuchilla en mi garganta hizo que me acobardara, el hombrón pasaba su lengua por mi cara, de un tirón rompió la blusa que llevaba puesta y empezó a besuquear mis pezones, a pesar de el asco que sentía estos se endurecieron y el hombre decía que sería una gran puta. El dolor que sintiera la noche anterior, esta vez no fue tal ya que la grasa de su cuerpo hacia que su pene fuera de un tamaño pequeño. Fue aquella noche el primer orgasmo de mi vida, teniendo encima de mí a un hombre de quien ni siquiera supe su nombre. Aquella fue mi primera noche de muchas, pues cada una de ellas llegaba con un hombre distinto para que yo lo satisficiera a cambio de la comida y hospedaje me decía. Pasaron según pude darme cuenta por la cantidad de rayas que había hecho en una de las tablas de la ventana, dos meses. Se fue el sol. Llegó la noche, era casi la madrugada cuando escuché unos gemidos al lado afuera de la puerta, me agaché y por la ranura pude ver que había un charco de sangre, Allí estaba Juan, tirado como un perro desangrándose y con las llaves el la mano. Con un alambre que hacía de perchero las logré alcanzar y abrir la puerta. Allí estaba tendido medio muerto, mi odio hacia el era enorme y para asegurarme que si lograba vivir no hiciera sufrir a nadie mas, le tomé la mano izquierda, en la cual llevaba un cuchillo y lo guié hasta donde tenía la herida y lo enterré nuevamente haciéndolo girar para un lado y otro. El pobre infeliz, ya no tenía fuerzas para gritar, sudaba como un animal mientras la muerte llegaba a su encuentro. Yo había bajado las escaleras cuando recordé que me faltaba algo, de una carrera regresé y le quité todo el dinero que llevaba consigo, después de todo la gran mayoría lo había ganado conmigo. Me senté en un bar a tomar una copa de vino y se me acercó un hombre, diciéndome que podía darme una buena vida, bueno después de todo así fue durante los seis meses que duro su vida, ya que la muerte vino en su búsqueda, al igual que llegaron sus hijos para tirarme una vez mas a la calle, con tan solo una maleta y algo de la ropa que me había comprado. Fue entonces cuando decidí dejar la capital y viajar hacia el norte, Antofagasta fue mi destino, ya que había escuchado que los mineros ganaban bien y en una de esas me podía encontrar a un minero con plata para que me hiciera feliz, sin embargo no todo salió como yo lo planee, ya que una vez que llegué a mi destino debí buscar trabajo, tarea que me fui imposible logar, en ningún lugar había trabajo para una mujer que no fuera mas que para prostituta. Un farol con los vidrios pintados de rojo, era el lugar que me habían dicho que necesitaban señoritas, al llegar allí lo primero que vi fue una puerta de madera con una pequeña ventana a la altura de la cabeza, claro para ver a los clientes antes de abrir la puerta. A quien busca señorita, -me dijo desde adentro una voz de una mujer, la cual era bien chillona. Busco a la tía Camila, -le respondí-me dijeron que necesitaban señoritas. Pase usted, -me dijeron-siéntese que la tía está ocupada, pero pronto vendrá a atenderla. No puedo decir cuanto tiempo estuve esperando a que apareciera, cuando de pronto y detrás de una cortina apareció una señora alta, de unos cincuenta años, de pelo cano y cara arrugada, despidiéndose de un capitán del ejercito, el cual me miró de pies a cabeza y le dijo mañana regreso por la nueva. Yo sin quererlo me convertí en la favorita del capitán, a quien debía atender muchas veces sin recibir ninguna paga, solamente por el favor de mantener funcionando el burdel, y que la tía me mantuviera trabajando, ya me había acostumbrado a aquella vida, y el capitán la mayoría de los fines de mes llagaba con uno que otro regalo para mí. Nunca supe quien le contó a la esposa del capitán que él me frecuentaba, y me había convertido en su puta favorita. Aquella tarde la tía me mandó a comprar el jabón para lavar las sabanas, cuando al doblar en una esquina me esperaban dos hombres y a unos veinte metros una carretela con las cortinas cerradas. Los hombres me sujetaron y me voltearon hacia la carretela, vi una silueta reflejada, la de una mujer delgada quien asintió con la cabeza. Los hombres me tiraron al suelo y luego de patearme por un largo rato, uno de ellos sacó una cuchilla y la puso en mi garganta. Mátame cobarde, -le gritaba yo, con mi cara y boca ensangrentada-mátame si eres tan hombre. Sin embargo me dio un puñetazo en la nariz, y luego cortó mi cara, desde la ceja izquierda hasta el borde de mi pera. Allí quede tendida, hasta que unos militares me recogieron y llevaron a un hospital, allí me curaron de las heridas y pasado un mes me dieron el alta. Las piernas se hacían torpes para dar los pasos, pero a pesar de todo pude llegar hasta donde la tía. La muy maldita no me quiso abrir la puerta, excusándose en que si me recibía le cerrarían el negocio y solamente abrió la puerta para entregarme una maleta con mi ropa y quince pesos diciéndome que esa era mi paga por el mes de trabajo que me debía y que el resto del dinero lo había gastado en pagar el hospital. Deshecha caminé hasta un hospedaje cercano, pero no me recibieron, a pesar de mostrarles el dinero me respondieron que no alojaban a putas. Caminé hasta la plaza y allí pasé la noche y bajo un frío infernal debí esperar hasta la mañana siguiente para tomar el tren y regresar a la capital. Venía sentada sola sin que nadie se me acercara, yo no entendía porque. Sin embargo cuando fui al baño encontré la respuesta al porque nadie se sentaba a mi lado, mi nariz estaba achatada, era como si hubiesen puesto un plato sobre mi cara, y eso no era todo, en el lado izquierdo de mi cara había una enorme herida, la cual aun no terminaba de cicatrizar. Estuve encerrada en aquel lugar durante casi todo el viaje, llorando y pidiendo a Dios que no me abandonara o que de una vez por todas acabara con mi sufrimiento, sin embargo ninguna suplica fue escuchada. Regresaba de nuevo a la capital, esta vez no llegué en la tarde, sino que de madrugada, sentada en un escaño miraba las palomas como comían las migas y los chiquillos mendigos corriendo tras ellas para cazarlas ya que no podían usar hondas para tirarles piedras y matarlas. Caminé largo rato, cerca de una hora, hasta llegar a un lugar llamado barrio matadero Franklin, solamente allí pude encontrar un lugar para quedarme, cobraban cinco centavos por la noche, y como tenía algo de dinero pude pagar una semana por adelantado, sin embargo al llegar la noche me sentí muy arrepentida, ya que las chinches y las pulgas hacían de mi un festín cada vez que apagaba la luz. En aquel barrio intenté buscar clientes, pero con mi apariencia solamente habría podido conseguir a mendigos que me dieran sexo por piedad. Era día martes cuando al mirar al suelo vi tirado un trozo de cordel. Lo tomé y me fui de regreso al lugar donde me alojaba. Hice un nudo y lo amarré a una de las vigas, estaba decidida a colgarme y terminar con todos mis sufrimientos, pues en vano me habría resultado buscar a mis hermanos, se habían enterado en lo que trabajé y me había convertido en la vergüenza de la familia. Subí a una silla para desde ella saltar y suicidarme, pero esta se rompió antes que pusiera la cuerda en mi cuello, me saque la cresta, me pelé las rodillas y para colmo de males me rompí un diente. Con mucha rabia fui hasta la maleta para buscar el cuchillo que allí guardaba cuando entre las ropas encontré algo envuelto en un diario, era un diario de Antofagasta. Con dificultad empecé a juntar las letras, hasta que pude leer que decía; “prostituta asaltada se debate entre la vida y la muerte”, no se han encontrado responsables. Lo abrí y para mi sorpresa había mil pesos en billetes en el interior, y una nota que decía; “perdóname por arruinar tu vida”. Lo miré una y otra vez intentando saber quien lo había dejado pero no pude saber quien fue mi benefactor. Aquella noche me acosté feliz y al día siguiente me levanté muy temprano para tomar el primer tren que salía hacia el sur. Mi intención era regresar a Parral, pero luego me pregunté ¿para que?, si nadie de mi familia iba a querer saber nada de mí. Mis ojos ya no tenían lágrimas y fijé la mirada en los cerros que lentamente iban quedando atrás, cuando de pronto escucho conversar a dos hombres en el asiento de mas atrás, que murmuraban sobre la ausencia de una casa de citas en un pueblito cercano a Rancagua. Fue entonces cuando decidí seguir sus pasos y viajé hasta el pueblito que mencionaban, era muy parecido a mi querido Parral que quedara en el olvido, aquella misma tarde encontré una casona que vendían. No lo pensé dos veces y la compré. Me costó quinientos pesos, y con el dinero que me sobró pude instalar un bar, por mientras encontraba a algunas chicas que atendieran a los caballeros necesitados de compañía, ha estado el alcalde, los carabineros, en fin muchos han llegado en busca de compañía. Es ahora cuando estoy a punto de morir que recuerdo las palabras de mi madre quien decía; cada quien forja su camino, no importa las caídas, lo que importa es ponerse en pie.
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Mariposa
Andrea Castellano
Caranndor
Caranndor
Andrea Castellano
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones
Caranndor
un gran saludo navideño. Caranndor
MAVAL
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____________________*Paz*
___________________*Unión*
__________________*Alegrias*
_________________*Esperanza*
________________*Bendiciones**
_______________**Amor_Sucesos*
______________*Respeto..armonía**
_____________*Salud__solidaridad***
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___________*Cofraternización_.Pureza**
__________**Amistad__Sabiduría_Perdón*
_________*Igualdad_Libertad_BuenaSuerte*
________**Sinceridad_Estima__Fraternidad**
_______*Equilíbrio__Dignidad__Benevolencia**
______*Fé_Bondad_Paciência_Ventura _Fuerza*
____*Tenacidad-Prosperidad--_Reconocimento***
_*Son mis deseos Felíz Navidad y Año Nuevo 2013*
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Estimado
recibe el más afectuoso saludo por estas festividades
que el amor, la paz brille en vuestra casa...
que la fortuna les sonría
y sobretodo el AMOR te llene el corazón
Sinceramente
CON TODO EL AFECTO SINCERO MUCHAS FELICIDADES!!
Caranndor
Caranndor
kalutavon
Caranndor
Caranndor