¿Qué esperan los padres y representantes cuando asisten a los centros escolares a formalizar la inscripción de los hijos en el sistema educativo? ¿Acaso la formación académica basada solamente en la excelencia y calidad de los aprendizajes desarrollados por los docentes dentro del aula? ¿O claman tal vez por el fortalecimiento de valores, premisas y principios de vida para enfrentar con éxito el desempeño social en la cotidianidad, bien sea en la escuela, en el hogar o en el seno de la comunidad?
            ¿Qué pasa por la mente del joven universitario cuando decide incorporarse al magisterio y selecciona la profesión docente como carrera profesional? ¿Sólo aspira a obtener la licencia para asegurar la remuneración mensual y garantizar el ingreso familiar por el resto de los días? ¿Desea aportar a las generaciones todo el bagaje de conocimientos, destrezas y habilidades para que promuevan el desarrollo de los pueblos? ¿Aspira a difundir la conciencia ciudadana para asegurar el diseño de una sociedad justa?
            ¿Qué propósitos mueven el desempeño del estudiante dentro del aula? ¿Se apura en alcanzar la nota aprobatoria o incluso la sobresaliente, para nutrir el ego de los padres y evitar las consecuencias de una segura reprimenda por bajo rendimiento? ¿Internaliza los aprendizajes como base del conocimiento para labrarse en el futuro el cupo en el campo laboral? ¿Aspira a convertirse en un ciudadano de bien, capaz de asumir la convivencia como expresión social de la democracia y la paz?
            ¿Qué exige la sociedad a los egresados de los centros escolares en todos los niveles y modalidades? ¿Sólo un pergamino para exhibir en la oficina de trabajo o en la sala de la casa? ¿Acaso espera la graduación de técnicos o profesionales capaces de diseñar proyectos de cualquier envergadura, incluyendo arsenales bélicos para la autodestrucción de los pueblos? ¿O ciudadanos conscientes y útiles a la patria, dispuestos a practicar la tolerancia, la solidaridad y el amor en cada una de las actuaciones públicas y privadas?
            ¿Qué motivaciones guían a las instancias de poder cuando diseñan lineamientos en materia educativa? ¿El papel de la autoridad sólo busca marcar impronta por el prurito de impulsar cambios? ¿A la enseñanza le basta el fortalecimiento de capacidades intelectivas en los egresados para el ejercicio idóneo de las profesiones? ¿Es menos importante la consolidación del espíritu de lucha y superación, la búsqueda del bien común o el protagonismo responsable y compartido en la construcción de una sociedad basada en la justicia?
            En definitiva, ¿Cuáles son las prioridades que marcan el proceso escolar desde cualquiera de las perspectivas planteadas? ¿Es más importante el ego individual que el compromiso colectivo? ¿Cuál es el aporte social de los profesionales notables que se manejan con espíritu misantrópico, mercantilista y deshumanizado? ¿Es suficiente la filantropía para propiciar el avance social, cultural y económico? ¿Es más importante el aprendizaje que la vida? ¿Cuál es el papel de la educación en la sociedad…?