Tus ojos tan tranquilos y frágiles,
Brillaban en la tarde
Aquella que partí,
Tu risa suave se perdió
Entre tus ojos tristes.
 
Ese día pudieron retenerme
De mi inevitable partida
Pero al verte
Y sentirme entre tus brazos
Abrí mis ojos y me regocije
En los tuyos por última vez.
 
Abrí las puertas a tu olvido,
Y quise olvidar la luz y el amor,
La alegría y la tristeza,
El adiós... y el quédate
Que veía en tus ojos.
 
Ese dia recorrí los caminos
Donde juntos por los pasillos
Dejaron huellas
Tus pies y los míos
Llenos de olvido.
 
Ahora en esta navidad
Siento en el alma la luz de tus ojos
Cuando su brillo llega a mi corazón
Y me hace anhelar el verte
Y el estar juntos como alguna vez.
 
Cuando nos mirábamos
En los ojos del otro
Y soñábamos con poder estar juntos,
Sin miedos, sin temores,
Y eran tus ojos
Los que me hacían entrar
En el mundo de las ilusiones.
 
En el mar negro de tus ojos
Veía ocultarse mis anhelos
Y cuando yo callaba tú me preguntabas
Si te amaba
Mi voz en calma responde...
Soy tu amiga, solo tu amiga
Y veía palidecer tu sonrisa
Y ocultaba mi tristeza
En mi eterna agonía.
 
¡Corazón! Estoy aquí
Ante la luz del dia,
De los días de navidad
Jugando con el rocío
Y caminando hacia el mundo
Ajeno que nos separa.
 
Tal vez hoy  encuentre
De nuevo tus ojos
Y quizás me vea en ellos
Como antes.
 
¡Ojala!....

LLACELMA
Dic. 2000