Andrey era banquero desde hacía veinte años en el único banco de su pueblo. Situado al noroeste de Rusia, con una baja población y un notable frío principalmente durante la época de invierno. Vivía con su esposa Anna y su pequeño Nikolay de siete años de edad... vivían en una pequeña casa situada junto al lago.
Llevaban una vida cómoda, pues Anna también regentada una antigua librería que había heredado de su abuelo. Por allí habían pasado todo tipo libros, novelas, cuentos, etc... Ella tenía muy buen gusto para la lectura y conectaba muy bien con el cliente...los libros, tan solo estaban de paso!!!
Nikolay era un niño dulce y tierno. Iba al colegio y le encantaba salir en trineo con sus padres para dar largos paseos. Ayudaba a su padre a alimentar a los perros Husky para que así estubieran fuertes para arrastrar el trineo. Su padre le enseñaba las técnicas básicas para su manejo, pero Nikolay no era más que un niño, faltaba mucho para que pudiera llevar a cabo todos los consejos de su padre, aun así... tomaba buena nota de todo ello.
El último verano comenzó a ser duro para todos, el trabajo escaseaba y llegar a fin de mes comenzaba a ser una odisea!!! Nadie tenía la culpa, más todos sufrían las mismas consecuencias. Con la llegada del invierno, la situación se complicó aun más, ya no quedaba ni un solo lugar donde ganarse la vida. Cada día se sabía de un familiar o un amigo que habían perdido su empleo. 
La librería de Anna que tantos miles de libros había vendido... ahora se encontraba cerrada, con montones de libros descansando en las estanterías cubiertas por el polvo del olvido!!! Era muy triste para ella que tanto amaba aquel lugar... Pero los malos tiempos no repaban en dolor!!"
Una tarde Andrey regresó hundido a su casa. Esta vez era él quien también perdía su empleo. Les esperaban tiempos muy difíciles como a casi todos los lugareños. Los meses fueron avanzando y con ello la desesperación de sus gentes. Nikolay deseaba que llegara la noche para meterse en cama y taparse con montones de mantas para quitarse aquel frío que padecía durante todo el día... pues la calefacción había dejado de funcionar, el dinero ya no era suficiente para cubrir todos los gastos. La necesidad también había llegado a su casa.
Se apróximaba la Navidad y el espíritu navideño brillaba por su asencia. Ya nadie era feliz. A pesar de ello, Nikolay, con el permiso de su madre, subió al desván y se hizo con todos los adornos navideños... le apasionaba la Navidad!!! Preparó el trineo como le había enseñado su padre, esperó a que este llegara y se fueron a talar el abeto más bonito del bosque. Su padre hacía un grandísimo esfuerzo por complacer a su hijo, pero su espíritu estaba muy lejos de la Navidad!!!
Nikolay empezó a ser consciente de la situación que atravesaban. Sus padres estaban siempre tristes como el resto de las gentes. Deseaba desde lo más profundo, cambiar aquella realidad pero estaba lejos de su alcanze, porque un niño... solo es un niño!!
Aquella noche, lloró desconsoladamente, necesitaba que todos volvieran a ser felices pero no encontraba el modo de poder ayudar. Pensó y pensó durante toda la noche... pensó y determinó. A la mañana siguiente, se levantó antes de que amaneciera, reunió todo el dinero que tenía de sus ahorros, escribió una nota a sus papás y se fue sin hacer nada de ruido.
 Le esperaba una larga cola... pero la causa lo merecía. - Que pasé el siguiente!!!. Nikolay se apresuró a entrar, estaba ante la persona acertada, lo sabía. Se fue de allí muy satisfecho con su regalo aun sabiendo que se lo llevaba con condiciones.
 
Cuando regresó a casa, sus padres le esperaban preocupados pero felices a la vez porque tenían una gran noticia para él. Pero antes, los dos escucharon con atención a Nikolay... -Mamá!! tendrías que verme allí en Laponia, llegé a la misma cabaña donde vive Papa Noél. Es una persona fantástica papá...tendrías que conocerle!!! Continuaba relatando su hazaña...-Me regaló trabajo para todos los lugareños. A cambio tengo que regresar cada Navidad para convertirme en Duende de la Navidad ayudando a Papa Noel con todas las cartas recibidas, y a envolver todos los regalos!!!. A que es fantástico, papá, mamá!!! 

No solo era fantástico , sino mágico... una empresa de trabajo llegó al pueblo con un nuevo proyecto, dando así una nueva ilusión a cada lugareño... Su padre volvería al banco y con un poco de suerte, su madre desempolvaría cada libro para venderlos nuevamente. Todo volvía a resplandecer y la Navidad brillaba de nuevo... Nikolay estaba felíz y no olvidaba su promesa!!!

-Teníais algo que decirme ... papá, mamá???