Vagando por el desierto sin ver un rayo de esperanza;
cegado en busca del amor no dejaba de ver espejismos;
hasta que de repente en el más profundo de ese desierto 
veo una hermosa mujer nadando en un oasis.
 
No sé si era un nuevo espejismo o un sueño hecho realidad;
me acerque y al verla sentí su resplandeciente belleza,
su hermosa sonrisa era tan atrayente como un canto de sirena,
logre llegar hasta ella con deseos de verla y hablarle.
 
Me sentí muy avergonzado de no expresarle lo que sentía al verla, 
supe que ella también andaba perdida en el desierto,
pero ella al verme me dijo que me acercara al oasis,
fui logre hablarle y supe que ella no era un espejismo.
 
Notamos lo mucho que teníamos en común, lo mucho que nos atraíamos,
era todo un oasis de cariño, de dulzura, de ternura, de Amor,
lo que demostró que aunque nos encontremos en medio de la nada,
el Amor puede llegar hacía ti como por arte de magia.