Reina de sol y de luna,
amiga de la mañana,
eres novia y soberana
y bella como ninguna.
Tengo la noble fortuna
de darte mi poesía
y rendirte pleitesía
ante tu trono supremo,
porque contigo me quemo
en mundos de fantasía.

 
 
Flor de los valles andinos,
azucena y lis fragante,
clavel y rosa triunfante,
florecida en los caminos.
Ojos y besos divinos,
hoy mis pasos fugitivos
derivan como cautivos
hasta tu mundo sereno,
esperando lo más bueno
de tus sueños emotivos.
 
Tus destellos de fontana
y de brisa matutina
un crisol hoy ilumina
en magias de soberana.
El dintel de tu ventana
te perfila cual Julieta
en ese balcón, inquieta,
esperando los presentes
y los versos diligentes
de tu juglar y poeta.

Reina altiva y generosa,
este lírico presente
es un verso diligente
a la dama más hermosa.
Tus perfúmenes de rosa
y de inédita fragancia
es un símil de prestancia
y de múltiples portentos,
que conjuga los alientos
en donaires de elegancia.
 
Hoy le canto a tu hermosura,
bella y noble soberana,
fresco aliento de fontana
y crisol de donosura.
Un resumen de ternura
estalla ante tus ojos
y mis líricos antojos,
en ésta noche serena,
conjugan la luna llena
y besan tus labios rojos.