Enlazados, Capítulo III Comenzando una nueva etapa
Publicado en Dec 31, 2012
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En el salón de un gran palacio, donde abundaban los colores dorados, amarillos, blancos y rojos, en todas sus tonalidades, presentes en cortinas, grandes alfombras que adornaban todas las habitaciones del gran salón, paredes, etc., se podían ver también lámparas del más fino cristal que se conoce y la más grande de ellas se encontraba en la habitación principal, donde en ese momento se desarrollaba una gran fiesta de la realeza vampírica.
Alrededor de la gran habitación se veían a distintas personas, mujeres, hombres y niños, todos se estaban divirtiendo, riendo y se encontraban conversando entre ellos, también algunos bailaban en el centro de la habitación, las mujeres con sus largos, coloridos y costosos vestidos y los hombres con sus finos y costosos trajes. En una esquina se podía observar a un grupo de hombres conversando mientras disfrutaban del ambiente de la fiesta, y observaban a los demás divertirse, sentados en los grandes sillones del salón. El principal motivo de la conversación era elogiar a uno de los jóvenes presentes en el círculo, un joven que había logrado un gran manejo del don que se le había concedido el día de su nacimiento. Los Purasangres, son una raza vampírica que se enorgullece de que los jóvenes aprendan a controlar su don especial. Los dones son poderes que se le otorga a cada purasangre que nace y que es único para cada uno, es decir, ningún purasangre tiene el mismo poder que otro, por esta razón es que cuando uno de ellos lograba controlarlo los mayores se jactaban de ello como si fuera un logro propio.
De repente un mayordomo se acercó al grupo de varones reunidos, interrumpiendo la conversación.
-Disculpen Señores por la interrupción, pero unas señoritas buscan al joven Ichyru diciendo que es urgente hablarle.
Todos se mostraron sorprendidos hasta que el nombrado se levantó del asiento que había estado ocupando, cediendo su lugar, y todos los jóvenes presentes empezaron a molestarlo silbando y diciendo cosas como: ¡Hey, Ichyru! Preséntanos a las damas, ¿sí? Ignorando todas las voces el joven siguió al mayordomo hasta la entrada del palacio. Allí, el mayordomo le apuntó a 3 mujeres, Ichyru cuando las vio casi se gira volviendo a la fiesta y le dice al mayordomo que se habían equivocado de persona y que no las dejara entrar. Estuvo muy tentado de hacerlo, pero luego recordó que si no las atendía, toda su vida podría verse destruida en un minuto si ellas no quedaban contentas con él y soltaban su secreto ahí en medio de la fiesta, y luego se corrigió el mismo rememorando que incluso aunque no soltaran la verdad ahí mismo podían ir a arruinar su vida contando la verdad a otro lugar que le asustaba aún más que el lugar donde estaban sus pares. Resignado le indicó al amable señor que podía retirarse y se giró hacia las damas. Antes de seguir torturándose pensando que venían a hundirlo decidió empezar con una liviana conversación para aligerar el ambiente y conseguir calmar sus nervios y relajarse. Así que se dirigió hacia ellas con una gran sonrisa, a pesar de que lo único que quería hacer en ese momento era huir y desaparecer de su vista.
-Savannah, Lenore, que agradable sorpresa ¿Qué las trae por aquí?
Ambas le dirigieron una sonrisa, viéndose complacidas por su recibimiento. Savannah fue la primera en hablar.
-Necesitamos tu ayuda con un asunto.
Lenore, la cual parecía apurada a los ojos de Ichyru, tomó la palabra antes de que su compañera pudiera seguir hablando.
-Basta de rodeos, necesitamos que conviertas a alguien.
El mencionado miró a la chica que en ese momento estaba sentaba en la banca del patio delantero del palacio, la cual se veía bastante mal, casi moribunda, si se juzgaba por el color pálido de su piel y su aspecto demacrado. Apuntándola se dirigió hacia Lenore.
-Concluyo que su presencia se debe a que es a ella a quién tengo que transformar.
-Correcto, hemos escuchado que ya has hecho esto por otros con nuestro problema. Al igual que los demás que has convertido ella no es capaz de soportar la conexión con nosotras, así que por eso hemos acudido a ti y mas te vale que el permiso que Savannah y yo conseguimos para salir valga la pena, tuvimos que falsificar muchas cosas para poder salir de nuestro hogar sin ser detenidas.
-Entiendo, pero tendrán que darle tiempo para que al menos recupere su salud, dado que no quiero correr riesgos si su cuerpo no puede soportar el proceso.
 Savannah que ahora parecía preocupada detuvo cualquier queja que pudiera tener su compañera agarrando muñeca y llevándosela con ella, pero antes de que hubieran desaparecido de la vista de Ichyru se dio vuelta sin soltar a su acompañante.
-¿Cuántos días crees que demore?
Tomándose un momento para pensarlo les respondió.
-Pienso que podría tomar unas 2 semanas.
Asintiendo, Savannah se giró nuevamente llevándose a Lenore con ella dejando a Ichyru con la mujer que tendría que transformar. El joven se giró a mirarla, evaluando su condición tomó una decisión.
-Dime, ¿Cómo te llamas?
La chica le dirigió una mirada llena de odio.
-No le digo mis datos personales a extraños.
Sorprendido por el atrevimiento, a pesar de la condición en la que se encontraba, decidió simplemente ignorarlo.
-Está bien, si no quieres hablar, no hablaremos.
Dándole la espalda a la joven se encaminó hacia el portón de entrada de autos y buscó al mayordomo de su familia, al cual le pidió que informara a su familia que se sentía un poco cansado y que se iría a casa, también le pidió que luego de realizar la tarea encomendada lo llevara a casa. Luego de hacer su pedido Ichyru se devolvió hacia la joven y se la llevó a esperar a su conductor a un lado de su auto. Cuando el conductor llegó condujo directo hacia la residencia de la familia del joven y al llegar abrió las puertas para que ambos bajaran, poniendo especial cuidado en ayudar a la chica y manteniendo su silencio para resistir la tentación de preguntar el porqué de su aspecto, su identidad y un montón de cosas más que le gustarían saber, pero por el bien de su empleo decidió que era mejor callar y su decisión se confirmó aún más cuando el joven le pidió que la presencia de ella se mantuviera en secreto para todos, incluyendo a su propia familia.
Durante una semana a la chica se le obligó a comer a las horas adecuadas, a mantener reposo, a tomarse las medicinas, etc. Es decir, recibió todos los cuidados necesarios para que su salud mejorara para poder soportar la transformación. Al término de esa semana, cuando su cuerpo estaba en mejor estado en comparación a cómo había llegado, fue dirigida hacia uno de los patios interiores de la casa del joven, patio que se encontraba muy oculto por varios árboles y plantas. En ese patio la mantuvieron varias horas al día haciendo ejercicios para aumentar su resistencia. Al cabo de cinco días en vez de ser dirigida al patio fue llevada a otra de las tantas habitaciones de la casa donde se encontraba Ichyru. Los sirvientes que la acompañaron hasta ahí, apenas entró en la habitación cerraron la puerta. Ichyru, que hasta ese momento estaba sentado, se paró y caminó hacia ella.
-Muy bien, señorita desconocida, ha llegado el día en el que abrirás los ojos hacia el mundo vampírico.
Lentamente se fue dirigiendo a ella, ella trataba de buscar una salida mirando hacia todos lados, hasta que se encontró acorralada contra la pared. El joven abrió su boca, salieron a relucir sus blancos colmillos y se fue acercando lentamente a su cuello, manteniendo en su lugar a su presa con un fuerte agarre en la nuca…
Despertó con un grito, aterrorizada aún por el sueño, se sentía tan real que pensó que había vuelto a ese día, se miró y vio que estaba sudada y temblando, luego miró a su alrededor preguntándose ¿dónde estoy? Y obtuvo su respuesta cuando un somnoliento Lion apareció en su puerta.
-¿Qué sucede?
Lo miró y se  hubiera reído por el aspecto de él, pero estaba demasiado atemorizada aun como para hacer bromas. Decidiendo que no quería complicar las cosas tan temprano, simplemente mintió sobre su estado actual.
-Nada, sólo un mal sueño, pero nada grave, puedes volver a dormir.
Con una inclinación de la cabeza, Lion le indicó que le entendía. Luego se giró y cerró su puerta.
Ella se volvió a instalar para ver si podía volver a dormir, mientras trataba de dormir recordó los sucesos de 2 días antes… Después de haber llegado a la salida sur de su ciudad llamó a Lion y él le dio las instrucciones para que cuando llegara a la ciudad vecina buscara su cabaña, pero para poder hacer esto tuvo  que tomar un bus que la llevara. El viaje le había tomado un día completo y la había dejado tan agotada que cuando llegó a la cabaña, cabaña que se encontraba a las afueras de la ciudad, en el otro extremo de la estación de buses a la que llegó y cuando se dio cuenta de ese hecho se prometió que le iba a hacer pagar a Lion el sufrimiento de alguna manera, se sentía tan derrotada que apenas saludó a Lion, el único que le esperaba en la puerta, ya que los demás estaban dormidos, preguntó por su habitación y cuando llegó a ella se metió bajo las sabanas y no supo más del mundo, se quedó profundamente dormida con sólo poner la cabeza en la almohada hasta que la pesadilla la despertó.
 Cuando se dio cuenta de que no podía dormir decidió levantarse y recorrer la cabaña. Salió de su cuarto en silencio, tratando de no hacer ruido para no despertar a los desconocidos residentes. La cabaña tenía 4 habitaciones, así que concluyó que lo más probable es que aparte de ella había 3 personas y como ya estaba Lion, eso le dejaba a dos personas más por conocer. Aparte de las habitaciones había 3 baños, un living comedor y una pequeña cocina. Se sorprendió por el hecho de que aparte de los muebles, los utensilios de cocina y de baño, las cortinas y las lámparas no había nada más que adornara el lugar. Estaba mirando la ciudad por la ventana cuando de repente un alboroto en el pasillo que conducía a las habitaciones la sacó de su ensimismamiento, se quedó un rato escuchando para ver cuál era el problema. En el pasillo se podía escuchar la voz que pudo reconocer como la de Lion y otra que no reconoció pero que supuso que era de una chica, trató de recordar el día que Lion llegó a verla y a su lado se encontraba una chica, quizás fuera de ella, aunque ese día no le pareció tan agresiva y la voz que estaba escuchando se oía molesta. De a poco se fue acercando para poder escuchar más de cerca. La chica fue la primera en hablar.
-¡Lion!, ¡Te dije que me dejaras hablar con ella antes de acogerla bajo nuestro techo!
-Pero llegó de noche, ¿Qué querías que hiciera?, ¿Querías que te despertara?
Se oyó un suspiro resignado por parte de ella.
-Tienes el corazón muy blando, mira que andar recogiendo vagabundas y atraerlas a la casa que tanto nos costó arreglar
Ahora Lion era el que se oía enfadado
-Ella no es una vagabunda, ella necesitaba ayuda…
Pero no lo dejó terminar
-Ahora sólo falta que empieces a buscar más gente para traerla a casa, ¿eso es lo que planeas?
-¡No!, eso no es lo que planeo, sólo escúchame, ella necesita ayuda al igual que nosotros, ¿no quieres ayudarla Astrid?, veo que has perdido tu humanidad con esto de la huida.
-¿Cómo estás tan convencido de que ella no está planeando algo en contra de nosotros, eh?
-Porque….
-¿Ves?, no puedes asegurarlo
Antes de que siguieran discutiendo se adelantó y se adentró en el pasillo.
-Lion.
Al escuchar su nombre se giró, al verla ahí se sorprendió un momento
-Siento causar tantos problemas, si quieren puedo seguir mi camino sola, gracias por haberme acogido una noche.
Antes de que pudiera girarse, Lion agarró su brazo.
-¿ves lo que causas Astrid?, ahora se siente culpable
La nombrada la miró por un instante antes de contestar.
-Dime Lion, ¿por qué dices que necesita ayuda?, yo no veo que tenga nuestro problema
-¿Es que no lo ves?, para poder pasar desapercibida ante los demás usa lentes de contacto
Se giró a mirarla
-Me harías el favor de mostrarle a Astrid, ¿por favor?
Soltándose del agarre de Lion entró en el baño, se sacó los lentes y volvió a donde estaban esperándola.
Cuando Astrid la miró le dio una inclinación de su cabeza a Lion, se giró hacia su habitación y luego cerró su puerta dejándolos solos.
-¿Qué significa eso?
-Que dejara que te quedes, creo que comprendió que necesitas ayuda al igual que nosotros, lo siento por su comportamiento, Astrid es muy desconfiada con todos incluso con los que ya conoce.
-Creo que si estuviera en su lugar haría lo mismo, pero viviendo con mis amigos aprendí a confiar un poco más.
-¿Viviste con ellos mucho tiempo?
Al recordarlos se le hizo un nudo en la garganta, le dolía haber tenido que dejarlos tan repentinamente y sin poder decirles adiós, pero se convenció que sin duda había sido la mejor decisión.
-Sí
-Tienes suerte, muchos de nosotros no alcanza a vivir tranquilos en un lugar durante mucho tiempo antes de tener que huir de nuevo.
La mirada de tristeza que le dirigió le dijo que lo mejor que podía hacer por él en ese momento era cambiar de tema.
-¿Puedo hacerte un pregunta?, ¿Cómo es que conoces mi nombre?
Antes de que le diera su respuesta Astrid salió junto con Gadiel de su habitación y se dirigió hacia ella.
-Oye, tú, ¿cómo dices que te llamas?
Se quedó en silencio un momento pensando la respuesta, ¿Karen o Scarlet?, ¿Cuál de los dos?, luego recordó que estaba entre sus pares y que tenía que ser sincera si quería ganarse algún lugar ahí.
-Scarlet
-Bien, Scarlet, gusto en conocerte, ya que ya sabes mi nombre pasaré a contarte acerca de las reglas del lugar.
Se quedó impresionada, ¿Reglas?, ¿lo decía enserio?
-Son pocas, tranquila podrás aprenderlas, regla número uno, si quieres ir al pueblo no lo hagas sola, siempre lleva a alguien contigo, no queremos que por algún descuido te encuentren y a nosotros también. Número dos, cuando estés en el pueblo lleva el celular siempre contigo, te grabaremos nuestros números por cualquier urgencia…
Antes de que siguiera levanto la mano, pidiendo permiso para hablar.
-Dime
-Tengo un problema con lo último, tengo un celular, pero no puedo ocuparlo, ya que era el celular que usaba antes y mis amigos podrían llamarme.
-Entendido, entonces irás con alguno de nosotros a comprar uno, aunque pensándolo bien ¿por qué no vas con Lion?, ya que se llevan tan bien
Antes de que Lion pudiera quejarse lo miró y le dirigió una mirada que no dejaba espacio para decir no.
-Entonces está decidido, Lion te acompañará, resuelto eso prosigo. Número tres, cuando vayas a la ciudad no hables con más personas de las que deberías, si no nos ves a nosotros hablando con alguien, no le hables. Y finalmente número cuatro, nunca y escúchame bien, NUNCA, bajo ninguna circunstancia traigas a algún extraño a la casa a menos que nosotros te digamos que lo hagas. ¿Entendido?
Con un movimiento de la cabeza le indicó que le entendía e internamente se retractó de lo que pensó días atrás sobre que Lion parecía ser el líder, ahora se daba cuenta de que Astrid era la líder y monarca del grupo por la manera en la que había estado hablando.
Después de sus instrucciones Astrid salió del pasillo con Gadiel detrás de ella, pero antes de desaparecer se giró hacia Lion y dio su última orden.
-Lion, acompáñala hoy a que se compren el celular y luego vuelvan a casa para poder grabar los números.
Sin ver si Lion le había entendido se giró y despareció por el pasillo. Luego de que se fuera Lion la miró.
-Yo iré a tomar un baño y luego nos vamos.
-Entendido, creo que yo también tomaré uno
-Nos vemos en la entrada.
Después de despedirse, entró a su habitación, tomó un baño y fue al encuentro de Lion.
Estuvieron recorriendo la ciudad toda la tarde en busca de algún celular que le gustara. Cuando encontraron uno, ya se había hecho tarde, así que le pagaron al vendedor y se dirigieron rápidamente a casa.
 
Lejos, muy lejos, en un lugar que se escapa de la imaginación de la humanidad, a pesar de todos los intentos que se han hecho por describirlo, donde el cielo era rojizo claro, las calles eran iluminadas por luces opacas, nunca claras, ningún edificio ni casa desentonaba, todos eran pintados de color gris, negro o cualquiera de sus otras tonalidades. Todo en el lugar le daba un aspecto macabro y deprimente. Los habitantes la mayoría de las veces andaban en silencio por las calles y los únicos lugares que parecían un poco más alegre que el resto eran las plazas, donde siempre habían niños jugando y jóvenes divirtiéndose.
En una calle se podía ver a una joven, con su castaña cabellera al aire, corría y corría y su verde mirada buscaba a alguien entre la multitud. Se veía inquieta y su cara lucía una pequeña sonrisa. Iba tan rápido y tan concentrada que no se fijaba si chocaba con alguien o tropezaba en algún lugar, todo lo que estaba a su alrededor no existía, lo único que le importaba era encontrarla rápidamente. A medida que avanzaba sus fuerzas se iban agotando, pero su meta le demandaba correr. Cuando la divisó sentada en la banca de la plaza, renovó sus fuerzas y se largó a correr con más rapidez hasta que llegó a su lado. Cuando llegó, le costó iniciar conversación, ya que el recorrido la había dejado sin aliento.
-…Lenore, la sentí,…hace unos días la sentí.
La nombrada le respondió con una sonrisa en su cara.
-Yo también lo sentí Savannah, sentí la conexión revivir, esto debe significar que su sed de sangre despertó nuevamente.
Savannah la miró con cara de admiración.
-Tal como lo dijiste sucedió.
-Yo sabía que, a pesar de que lo intentara duramente, su sed de sangre le iba a ganar la batalla.
-Y ahora que la sentimos, ¿qué hacemos?
-Bueno, a pesar de que la sentimos, ten por seguro que ya se cambió de ciudad, por esta razón hay que esperar que se vuelva a generar la misma situación…. Espera, no habías ido a preguntar algo, ¿Cómo te fue?
Savannah la miró un momento sin comprender a qué se refería hasta que recordó.
-Me dijeron que sí.
-Que sí, ¿qué?
-Que tenemos autorización para salir a buscarla.
Lenore le dio una mirada y una sonrisa que a Savannah le causó un escalofrío.
-Entonces, Savannah, ¿sabes lo que significa?
La nombrada la miró con una cara cuestionadora.
-Que… ¿iremos a buscarla?
Lenore aplaudió a su compañera.
-Bravo, adivinaste, vamos a prepararnos para ir a buscarla.
Ambas se dirigieron por sus caminos correspondientes hacia sus casas para arreglarse y encaminarse en su viaje.
Mientras Lenore iba en camino a su casa iba pensando en qué haría cuando encontrara el paradero de la chica.
-Disfruta tu libertad por ahora pequeña, mira que no te durará para siempre, ya vamos en camino a buscarte y nada lo impedirá, eres nuestra.
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Foto del autor Daniela Olguín
Textos Publicados: 6
Miembro desde: Nov 29, 2012
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Descripción

Y aqui va el tercer capítulo, ojalá lo drisfruten Se aceptan críticas, comentarios, de todo :D Cuidense, nos estamos leyendo :)

Palabras Clave: scarlet ojos enlazados etapa

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficción


Derechos de Autor: Daniela Olguín


Comentarios (1)add comment
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Catalina Caamao

UUUUH UUH UUH!!! me encanta, me encanta!! es el mejor capítulo hasta ahora! (probablemente se debe a que es largo, entonces me metí en la historia por un rato).
Mi Ichyru
Responder
January 01, 2013
 

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busy