El dolor de tu adis. Fragmento 5. Por Estrelliita Fugaz.
Publicado en Jan 02, 2013
Me quedé ahí, sin poder llorar ni reír. Pasmada... y miré al cielo esperando una razón para seguir viviendo.
La lluvia empezó a cesar y yo me aferre a esa sudadera que me había puesto Damián. Esa sudadera y esos tenis eran lo único que me quedaba de él, junto con su recuerdo. ¿Debería regresar a casa? No. En ese momento no tenía ganas de ir y escuchar los regaños de mi madre, estaba segura que tenía un castigo seguro. ¿Quedarme ahí? No. Era peligroso estar tan tarde en aquel parque que se estaba tornando más tenebroso de lo normal. Suspiré y lentamente me levante. Agradecí a mi amor pérdido por esos tenis. Mis pies ya estaban demasiado mojados como para aguantar otra caminata larga... Caminé lentamente hacia la salida. La tormenta se había convertido en una leve llovizna. Un impulso me obligó a voltear hacia atrás, no había ni rastro de actividad humana. Hurgé en mi bolsillo de mis jeans y saqué mi mp3. Ese momento no era para pensar. No quería llorar. Lo que deseaba era salir de ese mundo. Olvidar todo... Seleccioné una canción al azar y me coloqué los dos audífonos. En mis oídos empecé a escuchar a Ricardo Arjona. Dos días antes había puesto la lista de reproducción con canciones únicamente de él. Justo antes de salir del parque una mano tocó mi hombro. Mis impulsos me obligaron a quedarme quieta pensando que tal vez era Damián que se había arrepentido de irse sin más. Volteé con una sonrisa perodesapareció enseguida al momento en que me di cuenta que el rostro que estaba atrás no me era tan familiar. No hallé razones para huir pero tampoco para quedarme ahí. Pasmada me quité los audifonos, mis manos temblaban a causa de la impresión. ¿Qué hacía él ahí? ¿Por qué estaba ahí, tan lejos de su hogar? -Hola hermosa. -¿Hermosa? Si apenas te conozco... ¿Qué haces aquí? -Si te hubieras dado el tiempo de conocerme te hubieras dado cuenta que somos el uno para el otro. -¿Qué?- Lo miré atonita. No podía creer lo que ese chico acababa de decir. Regresé al pasado. Cuándo lo conocí. Era un día de verano. En una playa artificial a orillas de la ciudad. -Así es. Por eso viné en tu búsqueda. Lo observé de pies a cabeza. Estaba más alto y delgado. Su rostro era perfecto. Cabello color castaño claro y ojos cafés. Al mirar sus manos recordé todas esas caricias clandestinas. ¿Era el destino o una simple coincidencia que ese chico regresará a mi vida esa misma noche? Mi mente empezó a ser victima de miles de preguntas que se habían ido juntado en mi interior desde hace dos años. Mis ojos se empezaron a llenar otra vez de lágrimas. -Yo no te consideró un amor de verdad, Arthur.- Le susurré. Mis palabras eran entrecortadas y se notaba mi decepción y frustración. Noté como su rostro se tornaba serio. Y enojado se acercaba peligrosamente a mí. Agarró mi brazo izquierdo y me señalo mi muñeca. -Sí nunca me amaste. ¿Qué significa eso? Me quedé sin respiración al ver la cicatriz que mostraba claramente una "A" con letra cursiva y subrayada. -Tú me has amado siempre- Me espetó, dandole una bofetada a mi corazón. Continuará. Por Estrelliita Fugaz.
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