He vivido, he amado
y una que otra vez he muerto,
entre libros y palabras.
El corazón palpita letra a letra,
mientras yo converso con la brisa
acurrucado en el altar de los autores.
 
He conocido el amor,
he sufrido la ventura y la desdicha
entre versos, rimas y poemas.
Algún personaje se escapa de los libros
y se sienta conmigo
en las olvidadas playas de la vida.  
Palabra a palabra se construyen los destinos.
Pero mi voz se desgarra en el silencio nocturno.
Cada libro es un pedestal de vida,
un hálito de luz,
un sortilegio de esperanza.
 
Me levanto y miro el horizonte. 
Mis pasos andan y desandan,
mis sueños reposan sin decanso,
mis gritos estallan en la sala
y el silencio de las bibliotecas
se parece a los giros de mi vida.
Mi vida sólo es una torre
construida con palabras y papel.