UN BUSTO CON HISTORIA...!!!
Publicado en Jan 08, 2013
UN BUSTO CON HISTORIA...!!!
Corrían las décadas de los 40 y 50, época en la que por iniciativa gubernamental o por hegemonía partidista, muchas plazas del país se vieron ornadas con bustos de personajes que en ese momento representaban la dirección ejecutiva nacional. Génova, en el extremo sur del entonces departamento de Caldas contó en los primeros años de los 50 con las representaciones primero de Laureano Gómez Castro luciendo la banda que los acreditó como Presidente de la República, y después, sin desmontar la primera, la de Gustavo Rojas Pinilla, quien usurpara el poder en 1953, encontrándose en el lugar derrocado y derrocador, en espacios equidistantes de la plaza principal. Por varios años, estas simbologías hicieron la visión del eje central del municipio y asiento la más de las veces de bandadas de palomas que ayudaban a la pátina del tiempo a su recubrimiento al aire libre. El 10 de mayo de 1957, una vez conocida la caída del General, una turba enfurecida hizo trizas la efigie del dictador la cual fue demolida a golpes y amarrados a vehículos arrastrados sus pedazos por las calles principales, mientras la de Gómez Castro permanecía incólume, y la cual se mantuvo en su pedestal por un tiempo más. Un proceso de remodelación para la plaza, -primeros pasos que la condujeron a convertirse en la más linda del Quindío-, cuando en el país comenzaba a respirarse un nuevo aire con la entronización del Frente Nacional, y en el que primó la determinación de dejar por fuera la efigie conservadora, motivó a voceros de ese partido a guardar la representación de su líder, la cual quedó en un sótano de uno de los almacenes de la plaza local; con posterioridad, su destino fue la bodega de un dirigente y comerciante de la época, mientras en la sede social del municipio, su zona céntrica frente a la majestuosa sede del cristianismo se empezaba a destacar la figura del Libertador Simón Bolívar. Por años y casi en el olvido se mantuvo la estatua de Gómez Castro, hasta cuando la adquisición de una sede conservadora por parte de un senador, la hizo desempolvar, limpiar y someterla a tratamiento de pintura. Allí la encontró y se regocijó ante ella, el hijo del ex presidente, el doctor Álvaro Gómez Hurtado en una visita, que en campaña presidencial, cumpliera al municipio. Después de esos días de fervor laureanista, todo parecía indicar que la estatua se condenaba de nuevo al olvido, y así fue como en la propia sede se relegó a un rincón. Al cabo del tiempo, uno de los caracterizados líderes de esa colectividad y eximio dirigente cafetero, rescató la efigie del ostracismo, para trasladarla hasta una de sus propiedades en capital quindiana, donde con los retoques propios y bajo la más adecuada perseverancia, el busto del líder conservador aún sigue mostrando los rasgos que muchos genoveses identificaron antaño, como la nota de una época. Han transcurrido más o menos 60 años desde la adecuación en pedestal en la plaza de Génova del busto del doctor Laureano Gómez Castro, y a pesar del tiempo transcurrido, hoy en un paraje rural, rodeado de verde naturaleza y canto de pájaros, se mantiene esta efigie que representa a uno de los presidentes que conserva la historia colombiana. Génova Quindío, enero de 2013
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