EL PESO DE MI ALMA
Publicado en Jan 14, 2013
Dejo atrás el esqueleto del tiempo, El acordeón ya no tiene sentido; Brilla el recuerdo de mi gravedad, Bahía celeste que descubre sus aguas. Tan solo un instante remoto Sacude las ganas, el verso ominoso De la opinión corrosiva: El néctar de un vino triste y vacío. Las alas se pierden por la mañana, Un punto y aparte, Una vida sin gloria Se entumece en la brevedad de esa fiebre. Ahora la serpiente ha abierto los ojos, La Muerte nos grita. Ahora esa niña descansa absorta Sobre torres de plomo.
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Cristofer G