Clara: Capítulo 4 "El primer beso"
Publicado en Jan 20, 2013
Cuando desperté en la mañana, a pesar del dolor de cabeza que no se debía a una resaca, la molestia estomacal y mis ojos hincados, no pude evitar sonreír. Hasta hace apenas unas horas había hecho algo que no esperaba a esta altura del año, con tantas otras cosas en mente y un mundo del cual no quería saber nada, (realmente estaba ocupada pensando con quien me enojaría el día siguiente). Lo cierto es que había dado mi primer beso.
Cuando tenía siete años fui a casa de unos amigos de la escuela. Había un niño muy bonito, algo relleno y con pecas, el cual me pareció muy atractivo, literalmente, él fue mi primer beso, pero Gaston fue el primero durante mi adolescencia, y así podría continuar contando primeros besos en diferentes etapas de mi vida pero ese no es el caso. El caso es que no me había sentido con tanta carga emocional desde el día en que falleció mi abuela,pero esto era diferente, me sentí extraña, en un mundo desconocido hasta el momento. Las emociones comenzaron a invadirme, el temor a lo que venia, la alegría de haber besado a quien me gustaba, el enojo por los hechos que sucedieron anoche y mis reacciones frente a ello. Comencé a recordar, a entrar como en una especie de trance algo entre melancólico y cursi. Salte en la cama cuando recordé el momento en que Cecilia apareció de la nada en medio de la fiesta y comenzó a hacerle planteos a Gaston acerca de mí, el cual la ignoro por completo, me tomo de la mano y me llevo al patio trasero de su casa, donde había una especie de hamaca paraguaya. Allí nos sentamos y estuvimos horas hablando, conocí muchas cosas de él, sus aficiones, hobbys, etc. hice todas las preguntas que me había reservado por tanto tiempo. -No entiendo Gaston, ¿Hace cuanto que te gusto? -La verdad es que me gustaste desde la primer vez que te vi Clara, pero al ir conociéndote y descubrir tu personalidad, tu forma de ser, supe que no quería lastimarte y en ese momento no estaba para cosas serias. -Entonces estas diciendo que queres algo serio conmigo. -Si, claro. Ya me siento con ganas de algo formal con alguien y quiero que seas vos. -Yo también quiero que seas vos, pero... -¿Pero? -Necesito algo de tiempo para hacerme a la idea de que pronto, quizás, este de novia. -Yo te voy a esperar lo que necesites clara. En esos instantes me sentí muy nerviosa porque no había hecho mas que hablar con Gaston y era evidente que no tenia experiencia en este tipo de tratos con chicos. Pero estaba segura de lo que sentía y me sorprendió la rapidez con que fue todo, cómo de un día para el otro me entere que el joven al que siempre quise tener frente a mi y decirle que lo quería, estaba a mi lado diciéndome cuanto le gustaba. perdida entre mis pensamientos, comencé a notar que Gaston se me acercaba, sus manos rozaban las mías y su mirada era fija a mis ojos. En ese momento admiraba la confianza que se tenia a sí mismo y lo persuasivo que podía ser con tan solo tomarme de las manos y decir que me quería. Su mano acaricio mi mejilla y me obligo a cerrar los ojos, fue unos segundos después cuando sentí sus labios sobre los míos. Todo a mi alrededor, desapareció, eramos él, yo y la hamaca paraguaya.
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