La despedida
Publicado en Jan 25, 2013
Son las tres y cuarenta de la madrugada. Estoy solo en mi apartamento, veo mi computadora tratando de hablar con alguien que nunca llegara. Son las tres y cincuenta, sin sospecha alguna mi timbré suena, exaltado corrí hacia la entrada, mire dentro del pequeño visor de mi puerta que a estas alturas no sabría cómo llamarlo, pero afuera no había nadie. Tan tarde me preguntó quién vendrá a visitarme, tal vez algunos de mis vecinos desean que les ayude en algo, no lo creo son todos unos cretinos que hablan a mis espaldas. Abrí. Como era de esperarse la nada me acompaño con un ligero viento que entró por mis poros y salió estropeado por el mal sabor de mi boca. Cerré. Nada inusual, alguien de un carácter pintoresco, me habría querido jugar una broma, desocupados que tampoco pueden dormir. No duermo, pensando en ella. La mujer que me trae loco desde hace meses, es maravillosa. Hoy a las seis tuvimos una cena en "Luigi" le encanta lo italiano y está muy cerca a mi casa. Me prometió que al llegar a su casa me llamaría, han pasado más de ocho horas y aún espero esa llamada, es la segunda cita pero ella en ningún momento demostró disgusto, he de saberlo, las mujeres son una montaña rusa de emociones, en la computadora tampoco está, solo veo repetidamente el mensaje de ayer: "te has convertido en mí poeta favorito". Son las cuatro y tres, voy a descansar. Pronto amanecerá y necesito el sueño para llegar al banco. Mañana la veré, trabaja vendiendo flores a dos calles. Se ha caído de mi mesa de noche un pocillo lleno de té. Es extraño, ya me he empezado a asustar. De nuevo el mismo viento, pero acompañado de un frío inhumano. Iré por un abrigo para dormir. Al lado de mi cama hay una ventana de esquina a esquina, debe ser por ello, ¿qué puedo hacer?, siempre me ha gustado observar la calle, y el paisaje urbano desde mi gran ventanal. Ya tengo un abrigo, son las cuatro y quince, iré a dormir. ¿Qué es esta extraña sensación?, me siento observado, pareciera que alguien estuviera junto a mí. Me levantaré. ¡Dios mío!, es ella, mi amiga, mi enamorada. ¡Es translucida!, esta de espaldas, no lo creo. Debe ser la falta de sueño, - bssss, ¿oye, tú, mírame? ¡Nooo!, es ella. Mi corazón, se va salir de mi pecho, estoy temblando si es ella, no lo creo. ¡Dios ayúdame! - Adiós, mí poeta favorito. Te esperare, realmente me he enamorado de ti. ¿Qué?, no puede ser, viene hacia mí, vete, ¡Largo!, ¡NOOOO! Son las ocho y treinta de la mañana, no entiendo qué ha pasado, fue un sueño lo que tuve. Lo recuerdo bien, no debió ser real. Me alistare para ir al banco. Comprobaré que lo de anoche fue una alucinación, viéndola, esa hermosa mujer. Son las nueve, miraré el periódico matutino. Me encanta leer "Lo que pasa en la noche", la gente cada vez es más cruel con sus publicaciones. No, ¿qué es esto? "Muere mujer, asaltada en la calle, tres bandidos la han apuñaleado hasta dejarla muerta y abusar de su cuerpo" No, es mi enamorada. ¿Qué no entiendo nada?, Pero es la foto de su cara. No, claro que no. Dice que después de cruzar la glorieta a varias calles de aquí fue asaltada. Anoche, vino a visitarme. Fue su despedida, no puedo controlar el llanto, era mi enamorada.
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nelmar