UN LUGAR DE ENSUEO PARA VIVIR
Publicado en Feb 02, 2013
Por enésima vez, Alejandro vio aquel folleto que tenía entre sus manos. Era un promocional de unas villas a orilla de playa, se estaban ofertando en algún lugar de la zona costera del país. Le hacía ilusión vivir ahí con su amada Margarita. Se imaginaba como en un ensueño, caminando sobre la arena fresca al anochecer, tomado de la mano de su novia tan querida. Luego tenderse, para ser arrullados por las olas del mar y la brisa marina bajo la complicidad del plenilunio y así disfrutar de ese amor tan grande como apasionado que los unía desde hacía algunos años. ¡Pero era imposible realizar aquel sueño!, sus recursos económicos no se lo permitían, ganaba un sueldo miserable como empleado de una mediana negociación, apenas le alcanzaba para ahorrar con mucho esfuerzo, una pequeña cantidad destinada para la boda con su novia Margarita. Llevaba meses haciendo este gran esfuerzo. Los encuentros amorosos con su amada siempre terminaban en la penumbra de lo prohibido, con aquella odiosa sensación que lo embargaba después del placer sexual, cuando al despedirse de ella a las puertas de su casa y bajo la mirada inquisidora y desconfiada de los padres de la muchacha, sólo con un correcto y medroso –Hasta mañana mi amor– Luego, volver a lo mismo, a la vida rutinaria y de soledad del hombre soltero. Al trabajo tedioso que no le brindaba la perspectiva a corto plazo de un futuro mejor. A soñar despierto distintas formas de evadir una terrible realidad. Hasta aquella mañana, cuando el contador general de la empresa lo llamó a su despacho para darle instrucciones respecto de las actividades que tendría que realizar Alejandro, durante la ausencia por varios días de su jefe. De entre otras obligaciones, Alejandro pagaría a los proveedores, también la nómina de los empleados del siguiente fin de semana. Para ello dejaban bajo su resguardo una importante suma de dinero. Desde el momento en que el muchacho recibió la llave de la gaveta donde quedaría el dinero, ¡sintió un escalofrío! Luego, en la complicidad de su cubículo caminaba febril de un lugar a otro, estrujaba en su mano derecha el folleto de las villas en la playa y apretaba con su mano izquierda sudorosa, la llave que le habían entregado. Aquella noche no pudo conciliar bien el sueño, en cuento conciliaba el sueño lo asaltaban terribles pesadillas en donde se veía perseguido por entes grotescos y en su loca huida caía en un abismo sin fondo y al precipitarse rebotando de pared a pared, perdía ambas piernas. ¡Despertaba aterrorizado! Con grandes esfuerzos volvía a conciliar el sueño, se veía entonces caminando en una playa solitaria al lado de su amada Margarita, los dos completamente desnudos. Entonces despertaba con una terrible ansiedad concentrándosele entre las piernas. Por ahí de las tres de la madrugada, en un estado de vigilia forzado, Alejandro tomó una decisión que le cambió la vida. ¡Robaría todo el dinero disponible para hacer los pagos de la empresa! Convencería a Margarita de huir con él, después de casarse en algún sitio lejano, comprarían un lugar de ensueño para vivir, una casa a orillas del mar donde pudieran disfrutar a plenitud su amor apasionado. …Meses después, Alejandro con los ojos cerrados, recostado sobre un áspero camastro de una celda, creía ver el plenilunio, hasta imaginaba la brisa del mar tropical y escuchaba el murmullo acompasado de las olas. Esperaba ansioso la llegada del próximo día de visita conyugal, todavía guardaba la esperanza de que su amada Margarita por fin se decidiera a ir a visitarlo. ¡Pobre iluso!, Margarita se había casado y viajaba con su pareja a un lugar de ensueño para vivir su luna de miel.
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Stella Maris Sanhueza
MARIA VALLEJO D.
Como es la vida amigo, nadie sabe para quien trabaja.
Amor? no lo creo, al menos margarita jamás lo sintió.
Buena historia.
Abrazos
LIBARDO BERNAL R.
kalutavon