Basta mirar para atrás y recordar los maestros que uno ha tenido en la vida,estan los que no recordamos y los otros,esos que enseñan más alla de su materia,estoy a punto de recibirme de profesora de Psicologia,es una hermosa profesión la de enseñar,muy bueno Enrrique,saludos !

Me siguen interesando tus poemas Enrique, porque los siento buenos. Felicitaciones. Cordial saludo.

Excelente poema contundente y bien forjado. Pero además, enaltece una vocación humanamente tan necesaria y digna, y la eleva a su auténtica altura.

Soy docente de secundarias, y el poema me llama a la reflexión sobre mi humilde labor, que ... aún humilde, no deja de ser necesaria y por momentos, grata.

La pregunta final tiene un no se qué que resuena en forma profunda. Gracias por publicarlo, felicitaciones y saludos cordiales.

El poema dignifica la vocación del maestro, por los compromisos que este asume en la siembra de conciencia entre las generaciones. Literariamente, es una ofrenda de fe en quienes construyen presente y futuro en las aulas. Felicidades por el texto. Saludos.

Si fueras mata te regaría todos los días de mi vida
y te pondría un cerca y te abonaría
para que crecieras derechita

Si fueras una flor de mi jardín
siempre te daría agua
para que no sufrieras de sed
de sed de aprender
y tuvieras la oportunidad
de ser lo que quieres ser.

Te quiero comoo un hijo
por te digo que una el pan
y el la otra el rejo (de vez en cuando)

Educa y forma al niño
para no castigar al hombre del mañana.

Dificil pero no imposible
si se tiene amor a su profesión
si se hace todo con amor.

Me encanto leerte, sabia reflexion nos dejas; felicitaciones
Cordial saludo
desde Colombia

Nos estaremos leyendo