Carta a la seorita de las azucenas.
Publicado en Feb 08, 2013
Buenos Aires, Marzo de 1903
A mi inmensamente querida desconocida: Antes que nada, perdone mi atrevimiento por dejar esta carta debajo de su puerta. Se me hace difícil escribir. Usted no me conoce, en realidad yo tampoco la conozco en demasía. La vi por primera vez, hace dos meses, saliendo del brazo de una señora mayor, que supongo es su madre, desde la iglesia de santa María de los buenos aires. Era una tarde de domingo y yo estaba caminando por la ribera del río, tomando el fresco. Experimenté la agradable sensación de caer bajo su encanto, entonces la seguí hasta la casa de las azucenas, sin que usted notara mi presencia. Pero cuando desapareció dentro de su residencia sentí un vacío, un vacío que me dejó perplejo, parado frente a la entrada, contemplando su amplio y surtido jardín. La finalidad de esta nota es pedirle que me devuelva lo que usted se llevó de mí, esa misma tarde. Se trata de mi corazón. No se imagina que tristeza provoca, que necesidad hurga, andar por la vida sin tener un recipiente donde uno pueda acumular sus sentimientos. Le parecerá una demencia mi pedido, pero puedo asegurarle que no tengo latidos, no tengo quien fabrique mis lágrimas, no tengo ganas de querer y de que me quieran. Me he convertido en una máquina, una máquina que sólo obedece órdenes de mi mente, y yo no estoy acostumbrado a eso. Siempre me regí por las sugerencias de mi corazón, sean certeras o no. Si fuera tan amable, si quisiera devolverme lo que me ha quitado, me haría inmensamente feliz. Mañana tal vez usted irá a la iglesia con su madre, como todos los domingos. Yo estaré ahí mismo, pero prefiero que no vea mi cuerpo con un agujero en el pecho. Podrá dejarme el corazón, al borde de la imagen de cristo, envuelto en una tela para no alertar a los feligreses. Me despido de usted con esperanzas. Quiero pedirle un favor más: ¿podría escribir en la misma tela mi nombre y el suyo? Me gustaría saber como llamarla dentro de mis recuerdos. Por ahora usted es para mí la señorita de las azucenas. Cordialmente, Daniel Contardo. |
Nlida
sirenia
daniel contardo
Summer Avril
que carta tan bella, que expresión tan grande Daniel, felicitaciones
saludos
daniel contardo
daniela
daniel contardo
gloria Elcy Monsalve Tobon
hermosa carta para esa persona que se ha robado un corazon....
me gusto
un abrazo
daniel contardo
Victoria
daniel contardo