Todos los días miraba por el balcón a esa chica bonita y sensual que trabajaba en el restaurant
del frente y cada vez que levantaba su mirada a mi balcón me hacia el tonto
pero en el interior de mi ser lo único que quería era poseerla aunque sea una
vez en mi vida. Una tarde de otoño mientras miraba las hojas caer de los árboles
mientras pensaba en ella golpearon a mi puerta la cual no atendí  golpearon por segunda vez y en esta ocasión comencé
a caminar lentamente a mi puerta al abrirla quede sorprendido al ver a ella
parada frente a mí, la hice pasar  y tras
unas horas amenas de conversación y de revelarle todos mis sentimientos ella, ella
se acercó hacia mí hasta que me dio un beso en la boca después fue hacer el
amor sin cesar hasta que quedamos dormidos al otro día ella ya no estaba a mi
lado y por días la espere en mi balcón sin respuesta a su desaparición. Hoy la continúo
esperando siempre en el balcón que por años me permitió ver su belleza y
sensualidad y que por una vez en mi vida la pude tener solo para mí.