Ecos del verano ardiente
Publicado en Feb 12, 2013
La tarde tiene alas
y vuela, sigilosamente, por las praderas del sueño. Mi corazón sosegado, mi alma enamorada escruta el porvenir... Mi alma dibuja amorosos mediodías en las nubes errantes... La tarde se llena de certezas y la paz, la presencia indubitable, el rostro de la brisa veraniega reposa en mi regazo. El sueño tiene alas y el amor, el amor se corona de entregas, mientras la tarde, susurra dentro de mi alma los tenues ecos del verano ardiente.
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Enrique Gonzlez Matas
José de la Cruz García Mora
kalutavon
José de la Cruz García Mora