GLOSA POR LA BELLEZA PERDIDA
Tan radiante de grandeza
rechazabas mis halagos,
ya marchita tu belleza
sólo tienes malos tragos.
José de la Cruz García Mora Era tuya toda gala,
la belleza, la fortuna.
Pero como tú, ninguna,
la núbil virtud iguala.
Presidías esa sala
derrochando la riqueza
y yo rico de pobreza,
con mi sola poesía
te miraba y te veía
tan radiante de grandeza.
Yo que pedía tu mano
creyéndote niña pobre,
supe que para mi cobre
tenías oro cochano.
Todo deseo fue vano
y sufrí penas y estragos.
Así como meros vagos,
este canto y mi persona,
la reina que no perdona
rechazaba mis halagos.
Y de pronto tu figura
tan esbelta y tan coqueta,
ésa graciosa silueta
perdía la donosura.
En fuga toda ternura
Ya no te dicen: ¡alteza!,
y tú pierdes la cabeza
porque tu mundo pasó
y el otoño te dejó
ya marchita tu belleza.
El hijo de don Dinero
contigo no quiere nada.
Eres la fruta pasada
que rechaza el pordiosero.
Nadie te dice: "te quiero",
ni te brinda sus halagos.
Hoy vives días aciagos
buscando nuevo partido
y como flor en olvido
sólo tienes malos tragos.
gonza pedro miguel