Edgar Morck 2 parte
Publicado en Feb 27, 2013
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2da Parte
Cinco años serví indecorosamente a Sara, cumpliendo todas y cada una de sus exigencias y cada día que pasaba se acumulaba más el odio que sentía por ella. Soportando sus gritos y maldiciones para que la atendiera lo más rápido posible; soportando los terribles insultos y gritos desgarradores que le ocasionaba su enfermedad a cada momento; soportando el eco desalmado en mi cabeza de todas las palabras que escupía incoherentemente.
A mis veintidós años conocí a una bella mujer de la cual me enamoré perdidamente. Su nombre era Vannesa. Me cautivó su belleza, su hermoso y largo cabello negro, su fino y delicado rostro y su maravilloso corazón. Me sorprendió el haber encontrado y amado a alguien con el mismo nombre de mi difunta madre. Cuando ambos nos tuvimos la suficiente confianza le conté todo lo que había vivido y en sus brazos encontré un gran consuelo. A los pocos meses le propuse matrimonio y tanto era su amor por mí que decidió aceptar vivir conmigo y con Sara, puesto que mi promesa me impedía abandonarla.
La enfermedad de mi madrastra empeoró y con ella mis deseos de que una mañana yo despertara y la encontrara sin vida para irme lejos de esa casa, llena de sufrimiento y odio, con mi amada Vannesa. Mi esposa no tardó mucho en comprender lo que sentía por Sara. Día a día el odio que había podido calmar con la ayuda de Vannesa surgió de nuevo en mí como una ola siempre regresa a la playa. A cada momento retumbaban en mis tímpanos los gritos de odio y dolor de Sara. Me encontraba al límite de mi propia conciencia hasta que un día lo decidí todo.
Vannesa se fue a dormir a una de las habitaciones del segundo piso. Me pareció escucharle que se sentía muy cansada así que se acostó temprano. Era tanto el odio que me invadía que difícilmente me podía concentrar en las cosas que hacía. Me quedé sentado en un sillón, en la sala. La luz de la luna traspasaba los cristales de la ventana junto a mí. Ya era más de media noche y no podía conciliar el sueño. Cada vez que cerraba los ojos se me esclarecía la figura de Sara en su cama, agonizando e insultando todo lo que podía insultar. De pronto escuché la voz de Sara en lo alto de la casa: gritaba lo mucho que me odiaba ella y mi padre. En un desenfrenado intento de callarla fui rápidamente a la cocina con la visión un poco borrosa, tomé un cuchillo y subí por las escaleras. Mi mente no podía escuchar otra cosa más que los gritos de Sara torturándome el alma. Llegue ante su habitación y de un solo golpe derribe la puerta. Ahí, sobre la cama, entre las sabanas manchadas con sangre por la tos violenta de mi madrastra, la vi, gritando frenéticamente las mismas palabras por las que había excedido mi odio. Me abalancé contra Sara y la tiré violentamente al suelo y entre sus gemidos y gritos de dolor y mis gritos de desesperación y odio incontenible clave el cuchillo en ambas piernas de Sara. Después comencé a apuñalarla frenéticamente y de manera brutal en el pecho gritando y llorando hasta que ya no pude más. Dejé el cuchillo clavado en su cuerpo y enseguida caí al suelo, inconsciente.
A la mañana siguiente tenía un amargo sabor en la boca, casi sin saber cómo, me puse de pie con la visión nublada. La luz del sol entraba por la ventana y me daba justo en la cara. La habitación en la que me encontraba despedía un intenso hedor a sangre y víseras. No tenía idea de lo que pasaba. Cuando por fin pude obtener una visión clara me llevé una espantosa sorpresa al ver que mis manos y mi ropa se encontraban bañadas en sangre, al tener una idea de dónde me encontraba una escena brutal se levantaba ante mí, mi corazón parecía estallarme en el interior cuando el terror invadió mi cuerpo: una mujer joven de cabello negro se encontraba masacrada en el piso, teñida completamente en sangre y con un cuchillo clavado en el pecho. Mientras tanto, desde la habitación contigua la voz desgastada de una mujer enferma me llamaba con gritos e insultos.
 
FIN


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Foto del autor C. Omar Gonzaga Espndola
Textos Publicados: 4
Miembro desde: Feb 24, 2013
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Descripción

Segunda parte de la trgica y triste vida de Edgar Morck

Palabras Clave: Terror suspenso cuento corto asesino misterio

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



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