Me levante muy temprano ese día. Desayune y me fui directamente al jardín trasero de la casa, donde están las caballerizas, quería ver si lograba ver a Teate andando a caballo por ahí. Espere un momento, pero me retire hacia dentro de la casa, pues una tormenta se avecinaba. Enormes nubes negras oscurecieron y taparon el hermoso sol que había. Como no había nada más que hacer, me recosté sobre el sofá que había en el living y encendí la televisión. Curiosamente, estaba con el noticiero: ‘' Un Granjero apareció muerto en su granero. Aparentemente estaría mordido por una bestia en el cuello.''
-Oh, con que ha atacado de nuevo.-dijo mi abuela, que se había asomado desde la cocina.-
-¿Qué cosa ‘' ataco'' de nuevo abuela?.-pregunte. Aparentemente no me había oído.-
-Espero que logren casarlo.-dijo mi abuelo.- de todas maneras, los granjeros se están preparando para salir a buscarlo, creo que será el próximo mes.
-¿Qué ocurre abuelos?.-dije interrumpiendo su charla.
-Perdona Halina, lo que ocurre es que una bestia mata a personas y animales-dijo mi abuela.-
-Así es.-afirmo mi abuelo.- Es extraño, porque esto ocurre solo cuando ahí luna llena, todos los meses. Nadie sabe qué es lo que lo provoca, esas mordeduras no coinciden con ningún animal de por acá.
-Ten cuidado Hali cuando salgas a cabalgar.-me dijo mi abuela.- No quiero que te ocurra nada.
-No te preocupes abuela, volveré temprano cuando salga.-le dije.-
Estuve toda aquella tarde asomada por el vidrio de mi cuarto mirando la lluvia resbalar por el vidrio de mi ventana. Pensaba en Teate, era extraño, no pare de pensar en el en todo el día, era como si no lo pudiera sacarlo de mi mente. También pensé en la noticia que había visto por la televisión. Muchas preguntas aparecieron en mi mente, no podía entender que un animal que nadie conoce, provocara tales mordidas, temía por Teate ya que el siempre andaba por el bosque. Estaba claro, algo tenía que hacer para verlo y poder corroborar que estubiera bien. Espere a que parara de llover por un momento, aun era de dia. Baje al comedor y le conte a mi abuela hacerca de Él:
-Abu, conocí a Teate .-le dije.
-Oh, ¿enserio? Me parece muy bien. Creo que es bueno que puedas hablar con alguien de tu edad.-me dijo.
-Sí, lo encontré ayer cuando andaba a caballo por el bosque. Me había quedado dormida y el cuido de mi caballo -conteste.
-Oh! Que gentil de su parte. Creo que es un joven muy bello, ¿no crees?.-dijo mi abuela con intención.-
-Es lindo si, tiene unos ojos grises hermosos abuela, jamás había visto unos ojos así. Pareciera que cuando los miras, es como si pudieras ver más allá... -dije con un tono de voz tan dulce, que no me di cuenta de que manera lo dije.-
-Ahí Halina, Halina... Creo que estás enamorada.-me dijo.-
No podía creer lo que me decía mi abuela. ¿Podía ser cierto? ¿Estaba enamorada de Teate? Era imposible, no lo había visto nada más que una vez y solo por un momento, pero sin embargo, sentía como que lo conocía demasiado. No podía aceptar ese sentimiento, yo tenía un novio, el cual me amaba, sin embargo... yo creo que no sentía lo mismo por el. Terminada la charla con mi abuela, me retire hacia fuera de la casa, aun pensando en lo que me había dicho. Como ya estaba oscureciendo, solo me acerque hacia la tranquera que limita la casa de mi abuela con el camino. Me apoye sobre la madera húmeda y me quede mirando el horizonte un largo rato hasta que oí a mi abuela que me llamaba para cenar. Comencé a caminar lentamente por el camino de barro que se había hecho por la tormenta teniendo cuidado de no salpicarme.
-Ten cuidado o te caerás.- oí una voz que me decía a mis espaldas.
Era Teate. Me di vuelta despacio y lo vi. Estaba todo mojado por la lluvia.
- Ya no te esperaba.- le dije con un tono de voz burlón.-
-Perdona, tenía pensado venir más temprano, pero me agarro la lluvia en medio del viaje para acá.- me respondió mientras bajaba de su caballo.
-No, está bien... con que, no andabas por acá....-le dije en un tono secreto.-
-No, estaba más allá del bosque. Encontré un lugar hermoso... me gustaría mostrártelo.-
 -Me encantaría...-dije con un tono de voz tan delicado que no pude ocultar por más que quise-.
-Esta bien, mañana vendré por ti a la tarde noche...-me dijo.
-No, no puedo tan tarde, mi abuela no quiere que regrese tan tarde a casa, hoy en la televisión dieron esta noticia....
Y le relate todo lo que había escuchado por la tv. Mientas, el me miraba muy fijamente y cuando acabe el relato su cara se torno en preocupación.
-Es por eso que no puedo llegar tarde.-le volví a explicar.-
-No, está bien, para nada quería incomodarte... entonces, mañana por la tarde temprano antes de que oscurezca, estaré por aquí.- me dijo mientras montaba rápidamente y algo nervioso.- Espérame cerca de las caballerizas de tus abuelos.
-Está bien, espero que no me falles.-le dije.
-Jamás lo haría.-me dijo con una sonrisa leve en su boca.- Adiós Halina.
Lo vi cabalgar por un largo rato hasta que llego a unos árboles, donde no lo vi mas. Corri hasta llegar a la puerta de la casa, donde me tope con mi abuela que nuevamente salía a llamarme.
-Hali, ¿no escuchaste que te he llamado?
-Perdona abuela, es que vino Teate...
-¿Ah sí? Y... ¿qué te dijo?
-Me invito a pasear mañana temprano antes de que oscurezca...
-Ahh muy bien me parece.
Cenamos y me fui a dormir. Cuando me acosté en mi cama, pensé un largo rato en John. Me resulto extraño verlo con la ropa tan rota, pero pronto me olvide de eso y me puse a pensar de cómo sería el día de mañana... Esperaba ansiosamente por que amaneciera para poder verlo nuevamente. Me dormí pensando en él y en sus bellos ojos grises.
Amaneció. Me levante de un salto de mi cama, me vestí rápidamente y baje a desayunar.
-Oh! Parece que hoy nos levantamos muy contentas...-me dijo mi abuela mirándome con asombro..-
-Si!- le dije con una voz chillona y alegre.-
Termine de arreglarme y Salí para las caballerizas. No tuve que esperar mucho y lo vi. Venia al galope y en unos minutos estuvo listo.
-Buen día Halina...-me dijo.-  Perdona el atrevimiento pero... que linda estas hoy...
-Buen día John... Gracias, es lo primero que encontré para ponerme.
Tome mi caballo y comenzamos a andar despacio por las colinas. El sol resplandecía con fuerza, pero avía un aire que lo aliviaba un poco.
-El lugar que te enseñare hoy te encantara.- me dijo.- mejor apuremos la marcha o si no, no llegaremos rápido y volveremos tarde.
Cruzamos el bosque y mas allá de este, me mostro un hermoso claro donde había arboles tan altos que parecía que llegaban al cielo y los destellos del sol  entraban por los huecos de sus hojas.
-Oh Teate, es Hermoso.- le dije con voz entrecortada.-
-Espera, aun ahí mas.-me dijo.
Seguimos andando y, finalmente, me mostro una cascada muy alta que salía de en medio de unas piedras.
-Oh Dios mio... Es Bellisimo.- dije.-
El agua era transparente y cristalina, bajaba en forma de víbora por las piedras y se unía a un pequeño rio que había sobre las rocas.
-¿Te gusta?.- me dijo.
-Me encanta, muchas gracias por traerme.- le dije mirándolo.
-De nada.- me dijo y me rio.
Me baje del caballo, me acerque hasta la orilla para poder tocar el agua. Era fresquísima. Me saque las botas y me senté sobre una piedra para poder mojar mis pies. John por su parte, se dedico a amarrar a los caballos a un árbol para que no se escapen, luego vino a donde yo estaba y se sentó a mi lado.
-Me alegra que te allá gustado... Oye Halina, no quiero parecer atrevido, pero, últimamente me encuentro pensando en ti muy seguido.- me dijo.
-¿Ah si? Yo también pienso en ti todo el tiempo, es como si no pudiera sacarte por un momento de mi mente.-conteste.
-Creo que el sentimiento es mutuo...-me dijo y tomo mi mano lentamente.-
Sus manos eran cálidas, demasiado diría yo. Me miro con esos bellos ojos grises y se acerco ami muy lentamente.
-Teate...-dije con el poco de voz que me quedaba-
Nos besamos en aquella piedra, mientras la cascada caia ante nosotros.
-Te amo Halina, Me he enamorado de ti-me dijo,
Ya no lo podía ocultar más, Había llegado a enamorarme de él.
Nos quedamos un largo rato mirando la cascada caer, hasta que decidimos volver.