Me llevas a otro mundo
Publicado en Mar 02, 2013
Cuando me respiras así, tan cerca de mi cuello y de mi oído, mi piel se eriza y mi cuerpo responde destilando fuego. Ya no importa nada, no me mido, sólo me entrego.
Cuando buscas entre mis ropas y me acaricias insistente, sólo queda abrirme, relajarme y decir que sí. Sigue, es eso lo que quiero. Cuando tus manos ásperas raspan mis zonas más sensibles y tus dedos hambrientos invaden mi carne, sólo puedo ofrecerte mis senos y rogar que tu boca se apodere de ellos. Tómame, quiero ser tu alimento. Cuando tu barba raspa mi blancura, agradezco que toda ella refleje el incendio que llevo por dentro. Consuela con tu lengua el ardor que me quema y siente mi respuesta, es todo mi cuerpo el que se expresa. Cuando me aprietas, así; encerrada entre tus brazos y tus piernas; aplastándome con tu dureza y tu aroma; mi mente se desprende. El mundo sigue girando y a mi nada me importa. Estamos lejos, flotamos, el sol ya no se esconde. Cuando ya no podemos evitar el momento, somos cómplices de la osadía. Sin una ligera culpa acaricio donde quemas mientras elevas mi pollera. Tu sonrisa entre mis cabellos y tus ojos pícaros cerrados a las alertas. Ya no escuchamos, no tenemos recuerdos; sólo tu, sólo yo, agitando al mismo incendio. Cuando juntos nos ensamblamos y armamos un apasionado rompecabezas, nos abrazamos al pecado, erotizándonos con la adrenalina. Detrás de las paredes esta tu gente, mi gente; desdibujándose en los vapores de nuestro dulce infierno. Cuando vuelve la tierra a ser nuestra residencia, amarro mi cuerpo caprichoso que pide a gritos seguirte sin más inventos. Le miento, encuentro excusas y lo visto para defenderlo de mis sentimientos. Cuando estamos rodeados otra vez de extraños, a los que decimos que amamos, hablamos como si su idioma fuera el nuestro, reposamos como si su lugar nos fuera natural, fingimos convencidos de que somos como dos extraterrestres. Cuando me miras, sereno y relajado; manteniendo en tu sonrisa pícara el sabor y el calor de mis labios, me cruzo de piernas para no acudir a tu lado. Un guiño, un beso lanzado en esta atmósfera extraña, me confirma que pronto haremos otro viaje.
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Carolina Aguilar Vlez
Un cariñoso abrazo.
Mariangel
silvana press
Graciass,saludos.
Sara
Me gustó amiga ¿y viste? se puede sin llegar a ser cursi, como dicen los de tus pagos y que tanto miedo me comentas tener.
Te sigo como siempre!
silvana press
Federico Santa Maria Carrera
Mis más sinceros respetos e iguales afectos.
silvana press
MARIANO DOROLA
silvana press
Saludos.
kalutavon
silvana press