Como un nido te cuido en el correr del tiempo que va y viene con mis deseos inconclusos de mi borrador existencial, sembrado en una querida semilla de muchas filosofias nocturnas, acompañadas con una maldita resaca del error, convertido en palabras  de mi orgullo con voz de poeta ansioso en la oscuridad  de mis razones que no serán asesinadas por la crítica de reglas, las cuales no entienden la dicha de la furia, transformada en sentimientos con gotas de sangre ahogadas en porvenires, pues  me quedo suspendido en el velo del céfiro tocando el instante de mis mañas, ciñendo mis contradicciones con cuerdas finas de araña que distraen mi locura en la atolondra instantanea de filmes nostálgicos  entre sueños de verdaderos sucesos de cada día, que van celebrando la factura  de mi  cercana vejez por la certeza de mi navegar con pasos sobre escalones blancos para dar saltos a la otra  vida con la procesión de mis espectros que serán abrazados en los lienzos del recuerdo...