Gracias al sistema mercantil actual, nada lleva esfuerzo. Uno presenta la tarjetita de crédito ¡Y listo! Estamos endeudados, gracias a la FORNI-CARD.
Hay anuncios en televisión, que nos dicen qué comprar, porqué comprar y qué tanto necesitamos aquello que no teníamos idea que existía.
- Una procesadora de alimentos, que requiere picarlos en 67 partes antes de meterlos allí.
- Un sartén que elimina la grasa de la comida que se "fríe" allí.
- Un aparador para zapatos plegable.
- Un teléfono celular que graba todas sus llamadas y tiene un gps.
- Un par de anteojos de sol que da más nitidez a lo que usted ve.
¡¡¡Llame ahora!!! ¡¡¡LLAME YA!!!
- Una máquina para hacer ejercicios.
- Una manguera para regar el jardín, con accesorios para lavar el auto.
- Un plumero de largo alcance.
- Una escalera "transformer".
- La aspiradora invertida para pintar la pared.

¡¡¡ llame ahora !!! Consulte las ofertas con nuestras operadoras.

Nos hemos vuelto esclavos del mercado. Y claro: quienes promocionan estos productos, son gente bella, que prostituyen su imagen bajo sensuales tenidas que nada tienen que ver con lo que están promocionando: así nos volvemos esclavos de la forni card, ya sea para comprar lo que venden por el catálogo que es la televisión usando la tarjetita de crédito o motivados por "lo bien y feliz que ahora es la modelo sexy ahora que probó ese producto".

Me asusta lo que ha pasado con la FORNI- CARD.
El valor del esfuerzo, ya no existe.
Las personas somos cada vez menos individuos.
Los cerebros, cada vez trabajan menos.

Y el endeudamiento de las personas crece cada día más....

... Somos una sociedad a la que le falta bastante voluntad.