El humano domestico
Publicado en Mar 05, 2013
El hombre es un ser evolucionado
capaz de dominar todo a gusto y favor, pero, a pesar de ser racional también llega a ser un animal doméstico; así como se le enseña a un perro a hacer trucos, así mismo se asemeja la mente humana. Por ejemplo, cuando estudiamos una carrera pensamos que todo será fácil, que no habrá malos tratos ni roces con los compañeros y nuestras capacidades, experiencia y actitudes se marcan a partir del primer trabajo; muchas veces nos volvemos amargados, desconfiados, malos compañeros; queremos que el jefe sea feliz con uno, aunque claro a veces cuando no seguimos las reglas de los demás nos catalogan de ineficientes. Así mismo es en las cuestiones sentimentales, todo se gradúa a partir de una persona. Cuando nos enamoramos por primera vez y nos traicionan llegamos a pensar que todas son iguales. Si se llega a una relación donde hay celos constantes, desconfianza, peleas, gritos, malos tratos, cuando se acaba con este tipo de relación conflictiva pensamos volver a intentarlo decimos "esta vez escogeré mejor, analizare las cosas, no me volveré a meter con alguien así" Lo queramos o no terminamos saliendo con el mismo tipo de persona; pues si no hay celos, desconfianza, etc. Sentimos que no nos quieren, que juegan con nosotras. Para sentirnos amadas necesariamente tenemos que martirizarnos con estas cosas. Otras veces las situaciones que nos pasan nos llevan de victimas a victimarios y terminamos condicionando a alguien más a una cadena de problemas sin fin. En estos tiempos es difícil encontrar un equilibrio sentimental pues con las redes sociales no se puede vivir muchas veces una relación a pleno pero no por ello pensar que todo es malo o destructivo.
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PATRICIA