Reposan los cuerpos ,luego del mar
de delicias que generó el encuentro;
La tibieza de una masculina mano oficia
de custodia a un despliegue de curvas
y senos turgentes,ávidos de caricias...
Nada perturba,el extraño abrazo;
nada quiebra el feliz momento.
solamente la brisa audaz
juega escondidas entre sus cabellos...
Son ellos,que se tienen, uno con otro;
son dos seres, amándose,
conjurando el sufrir con una pócima
de promesas y besos sin freno...
reposan los cuerpos,luego del éxtasis
apasionado que generó el encuentro...
Son dos seres, amándose,
nada altera el feliz momento;
labios que se unen
manos que se toman
sellan la mística del amor supremo.