La primera vez cuando me encontré contigo
no puede evitar detenerme con la mirada,
fui descubriendo cada trazo de tu rostro,
en esos hermosos ojos vi el reflejo honesto
de un Alma pura y un corazón tierno,
en tu boca escondiendo con tus labios
perfectamente perfilados el sabor de tus besos
y entonces me pregunte en qué me equivoque,
equivocación al elegir mi profesión, mi vocación,
quizás debí ser pintor para tomando un lienzo
plasmar cada una de tus perfectas formas,
quizás escultor para con el barro y mis manos
ir modelando cada recta y cada curva,
quizás fotógrafo para a través de una lente
guardar en mi retina tu cuerpo modelando,
quizás jardinero e ir cuidando con esmero
cada flor que cada día depositaria a tu puerta,
quizás joyero para elegir entre preciosas piedras
y confeccionar un collar para tu esbelto cuello,
quizás cualquiera que me permitirá conquistarte
pero simplemente soy un humilde poeta
que sueña con disfrutar de lo eterno,
lo eterno sería para mi llegar hasta tu corazón
para estar siempre a tu lado y venerarte.