La vida de una persona es siempre impredecible, podes estar bien o estar mal. Cuando uno conoce a una persona siendo un adolescente cree que para toda la vida, cuando eso no es correspondido parece que el mundo se nos acaba en ese preciso instante. Pero crecemos, salimos del secundario, encaminamos nuestra vida, hacemos estudios o empezamos a trabajar, y esas cosas pasan, esos “enamoramientos” de jóvenes pasan a ser buenos recuerdos, una novia de la adolescencia o no, cualquier cosa puede pasar. Las vidas se encaminan, las personas crecen y los enamoramientos de adolescentes, pasan a ser anécdotas graciosas de las cosas que hacíamos o decíamos. Cuando uno cree enamorarse de joven cree que durara para toda la vida, cuando eso no es correspondido cree que nunca sera feliz en la vida, pero eso pasa.Nunca recorramos a nuestro amor de la adolescencia, especialmente si nos fijamos en esa chica linda, que se fijo en otro y nunca nos considero, nunca estuvimos en sus planes, pero la vida siguió, nunca tuvimos contacto alguno, porque cada uno hizo su vida.Pero a veces muy pocas veces esa chica de sonrisa franca, mirada expresiva y personalidad cautivadora, que nunca nos dio ni media oportunidad de nada, pero nunca logramos olvidarla, si asumimos que jamas tendríamos una oportunidad, conoces cientos de personas, pasan los años, parejas van y vienen, te enamoras de una vez y para siempre o mas de una vez, o jamas no te enamoras nunca mas.Pero esa persona que no sabes que fue de su vida, un día te la cruzas en la calle y todos esos recuerdos vuelven, están ahí intactos esperando a ser reflotados, pero nosotros habíamos seguidos con nuestras vidas, porque esos recuerdos no se borraron, ¿porque siguen ahí?, si nosotros habíamos decidido ser parte de esta sociedad que no tiene tiempo para el amor .Pero quizás, solo quizás, ese metejon de adolescente era realmente amor. Pasaron los años y esa chica de sonrisa franca, mirada expresiva y personalidad abasallante, seguía llegándonos, pasaba y nos seguía moviendo el piso. Existía aun la esperanza de que nuestras vidas pudieran entrelazarse nuevamente, pero no pero estaba ahí, cada vez que pasaba volvíamos a mirar, porque ese metejon de adolescente que era realmente amor, era alguien de esas personas que te marca realmente y que no podes olvida fácilmente, su recuerdo vuelve muchas veces, y nos saca una buena sonrisa.
Y pase lo que pase, aunque parezca que estamos lejos que nunca nos cruzaremos, aun con la certeza de que eso pase, cuando el destino juega una de esas cartas negras maestras que parecen destrozar todos los planes, cuando lo inesperado pasa, y sabemos que por la maligna magia. Esa maligna magia, esa carta negra que juega el destino, deja al mundo sin esa sonrisa franca, esa mirada expresiva y esa personalidad abasallante, y las lágrimas no serán consuelo, porque sabemos que nuestras vidas no se cruzaran, sabemos que esa chica que nos generaba un grato recuerdo de nuestra adolescencia, dijo adiós y ya no hay mas que hacer. Porque sabemos que la vida no es justa, pero a veces es demasiada injusta nos quita a personas que han sido importante en nuestras vidas. Personas que no han hecho mas que mejorar la vida de todos lo que la conocimos alguna vez, y ya no hay nada, las lágrimas no son suficientes para aliviar el dolor ese dolor de saber que esa persona que tanto quisimos, que tanto amamos de verdad que quizás el amor de nuestra vida ya no esta.Pero no queda otra cosa que se pueda hacer. Solo recordar con una sonrisa a aquella chica de la sonrisa franca, mirada expresiva y personalidad abasallante que tanto ha marcado nuestras vidas.