Un Milkyway y Cristo
Publicado en Mar 12, 2013
Un Milkyway y Cristo
Sabias que la vida es como disfrutar de un Milkyway de principio a fin. ¿Cómo? Te preguntaras. Bueno déjame explicarte. Primero y antes que nada hay que saber porque compramos un Milkyway. Si compraste un Milkyway solo porque tenías hambre, entonces es muy probable que no vayas a disfrutar de él. Pues un Milkyway es para poder disfrutar de su contenido, y así como necesitas saber porque compras un Milkyway necesitas saber porque viniste aquí a la tierra. ¿Porque es que Dios decidió de su buena voluntad, darte una existencia y un camino de regreso a Él? ¿Aun mas importante porque decidió comprarte a un precio tan inasequible? 1 Cor. 6.20 dice: “Porque han sido comprados por un precio.” El precio de nuestro regreso a Dios fue la vida misma de Jesús. Te imaginas el valor que nuestra vida tiene para un Dios que el mundo ve como lejos y descuidado. Por más que Satanás trate de engañar al mundo y hacerlo creer que no hay valor alguno en la vida. Las escrituras nos enseñan a un Dios que con un propósito dio a su Hijo a morir en nuestro lugar. Isaías 53.6 dice: “…pero el Señor cargo sobre Él la maldad de todos nosotros.” Así es que desde la perspectiva de Dios para que él pudiera disfrutar de nosotros tuvo que pagar un precio, y un precio mucho más alto que el de un Milkyway. Pero ahora sigamos para ver como se come un Milkyway. Con un Milkyway en la mano podrás experimentar este capítulo en paladar propio. Si nunca has comprado, probado, y disfrutado un Milkyway es probable que ahora se te antoje uno. Te aconsejo que para entender más el contexto de estas palabras ahora antes de seguir compres un Milkyway. Queda demás decir que no encontraras en venta un Milkyway en una ferretería. Así ahora queda por encima de censo común buscar la razón de existir en otro lugar que no sea en el Creador mismo. Pero sigamos al siguiente paso de cómo es que la vida se parece a comer un Milkyway. Quiero empezar esta comparación con un dicho que mi mama me solía decir en la etapa de mi juventud. Solía decir: “Mijo tú te quieres comer la vida a mordidas.” Confieso que no entendí las primeras veces que me lo decía. Pues la vida desenfrenada que vivía me parecía nunca terminar. Pensaba que la juventud era eterna o bien así parecía. Los días parecían no terminar y si terminaban solo eran para comenzar uno nuevo al salir el sol. Y así un consejo para saber cómo comer un Milkyway es necesario no apresurarse al comerlo. ¿A que me refiero? 1. A no quitarle toda la envoltura. 2. A no poner en tu boca la máxima cantidad de Milkyway que puedas. 3. A no apresurarse al estar comiendo el Milkyway. 4. Y uno de los más importantes No masticar el Milkyway. ¿A qué te refieres? Te has de preguntar. ¿Cómo que no masticar el Milkyway? ¿Que no es comida? ¿Por qué no puedo ponerlo en mis muelas y digerirlo como yo quiera te has de preguntar? Por el momento mantengámonos en el cómo comer un Milkyway ya que este ultimo va más ligado a la siguiente comparación. De cómo disfrutar de un Milkyway. Sigamos pues en nuestra aventura y a la cúspide de nuestro Milkyway. Exploremos la primera razón por la cual no se le quita toda la envoltura cuando se come un Milkyway. Si decides no hacer caso a mi consejo de, no quitar envoltura. Pronto te habrás dado cuenta que tus dedos ahora están embarrados de chocolate. Eso en si no es malo. El detalle aquí es que el contenido fue hecho para tu paladar no para tus dedos. Y a la verdad es que si estás leyendo esto no eres un niño. Y si lo eres es tiempo de que aprendas a comer un Milkyway. Así hoy en día nuestro cristianismo se está embarrando en muchas cosas menos en nuestros corazones. Se llega a embarrar en los conceptos que el mundo tiene de nosotros. Queremos embarrarnos de buenas obras y de buenas intenciones. Queremos embarrar a la gente con nuestro servicio y con nuestros logros. Y nos embarramos completitos pero lamentablemente solo nos embarramos por fuera. Por fuera podemos estar embarrados de todo. Pero el “Milkyway” fue hecho para el corazón. Porque de el corazón nacen todas las cosas. Y así como la envoltura no se quita sino que mordida tras mordida se va abriendo, la vida que Dios nos ha dado se vive día a día. No queramos ver el final cuando todavía no hemos aprendido a vivir y aceptar el presente. La vida que Jesús nos compro con su sangre y que nos comparte con su Presencia es etapa por etapa. Pues cada día tiene su problema en sí. Hay que confiar en que El desenvolverá nuestra vida en el tiempo perfecto, en la etapa perfecta, y velocidad perfecta. Con lo ultimo dicho entramos a los pasos dos y tres. Estos pasos van tomados de la mano pero en poco veremos cómo se diferencian uno del otro aunque sea de una manera insignificante. Si decides atascarte, pronto estarás disfrutando de un éxtasis en tu paladar con una alta sensación de felicidad corriendo por tus sentidos emocionales. (A quien no le gusta el chocolate¬¬) Pero pronto muy pronto, demasiado pronto habrá terminado tu experiencia con nuestro tema el Milkyway. También los inexpertos en el caminar con Dios tienden a querer comer y atascarse de lo que piensan ser Dios. Congresos, conciertos, retiros, iglesia y todo lo que el cristianismo moderno ofrece. Queremos apresurarnos al siguiente gran congreso porque ahí seguramente Dios me volverá hablar. Queremos las promesas aquí y ahora. Queremos entrar a la tierra prometida sin tener que pelear por ella. Queremos disfrutar de autoridad cuando no hemos aprendido a servir. Queremos ver milagros cuando no valoramos el milagro de conocer a Dios. De esta manera queremos comernos a Dios. Y si llegamos a sentir un gran éxtasis y la “Presencia de Dios” en el congreso pero eso pronto se acabo. Pronto tendrás que enfrentar un problema que te hará olvidar la gran emoción que sentiste en el concierto. Es aquí donde las palabras que el Espíritu hablo a través de Pablo nos dan un indicativo si es que realmente estamos unidos a Cristo. Pues menciona un fruto del Espíritu llamado longanimidad. Gálatas 5.22. Es un permanecer firme e inconmovible por un deseo no cumplido. Pues cuantas cosas son las que no alcanzamos y anhelamos al caminar con Cristo. ¿Si estamos en escases espiritual no será por este ingrediente, que Pablo dice produce el Espíritu al andar en Él? Caminar con Cristo implica tomar pasos no correr. Como comer un Milkyway implica no apresurarse al estar ingiriendo aquello que no solo es comida sino también un placer. Si te vas apresurar al comer un Milkyway necesitas saber que no es el momento de comértelo. Porque entonces no tomaras el tiempo de disfrutar de él. No sabrás disfrutar a su plenitud cada bocado. No sabrás lo que se siente el desear que no termine el éxtasis que tu paladar siente, al disfrutar de algo tan exquisito. Lo mismo pasa cuanto aprendes a caminar con el Espíritu. Quieres disfrutar cada momento. Quieres entender cada etapa. Aprendes que cada bocado de Dios tiene Su propósito y Su sabor. ¿Por cierto te has preguntado, a que sabe Dios? Solo para el record, si Él dijo: “…mi carne es verdadera comida…” ¿Porque hoy en día hay Iglesias que parecen estar pasando por una hambruna? Es porque no hemos aprendido a comer de Dios. No hacemos caso a su llamado que hace a través del salmista, “Abre tu boca, y yo la llenaré.” Salmo 80.10 Si estamos pasando por hambre espiritual es porque nos aferramos a cerrar nuestro corazón. Estamos comiendo todo menos las palabras de Jesús. Pues el mismo dijo, “…las palabras que Yo les he hablado son espíritu y son vida.” Empecemos a comer las palabras de Dios y nuestra boca Él la llenara. Un último consejo, al comer hazlo lentamente no vaya ser que te congestiones. Es así como vemos la diferencia entre apresurarse y atrabancarse. Si te atrabancas terminas antes de tiempo, y si te apresuras no disfrutas. Y hablando de disfrutar es como entramos a la penúltima vuelta de la carrera. Pon mucha atención porque es aquí donde viene lo más agradable, más deleitoso, y más sabroso de nuestra experiencia Milkyway. Es necesario DISFRUTAR el Milkyway. Si lo mas importante, la moraleja, el punto, la razón, el chiste, el porqué del Milkyway. La única razón por la que el Milkyway fue creado fue para poder disfrutar de él. ¿Disfrutar? Te has de preguntar. Pero déjame ahora explicar detalladamente la manera de disfrutar un Milkyway. Disfrutar significa deleitarse, gozar, y sentir satisfacción de acuerdo a www.wordreference.com. Con esta definición es como empezamos a pensar en cómo gozar, deleitarse, y sentir satisfacción en comer un Milkyway. Empecemos, abre la envoltura en el cual se encuentra tu Milkyway solo hasta la mitad de la barra. Estas apunto de sumergir tus dientes en una barra con un centro de nougat, caramelo, chocolate licuado, y finalmente cubierto con una capa de chocolate con leche. Mmmm…. Con un bocado toma con tu paladar el chocolate y colócalo en la pared superior. Y después a disfrutar. Ya no muevas el chocolate de ese lugar, ahí déjalo. Permite que se deshaga así mismo. La única manera que puedes ayudar al chocolate, nougat, y caramelo hacer su trabajo es deslizando tu paladar por el mismo chocolate una y otra vez. Lo único que te corresponde a ti es gozar. Solito la barra de placer se empezara a derretir ingrediente tras ingrediente. Primero probaras la capa exterior que en si es parecido a cualquier otro chocolate. Segundo probaras el chocolate licuado que se derretirá, dejando y abriendo paso a las dos estrellas principales de esta aventura. El caramelo y el nougat. El chicloso caramelo, y el suave crujiente nougat. Caramelo de leche y nougat de almendras. Una mezcla perfecta. Te deleitaras y gozaras con un mixto lleno de tanto sabor. Y así terminara el primer bocado. Con el caramelo inundando el sentido de tu gusto, con un rio de sabor. Y así disfrutas un bocado de Milkyway al máximo. Cabe mencionar que este solo es el primer bocado. ¿No te da gusto? Espero no ser el único ser sobra la tierra que haya aprendido de cómo disfrutar una deliciosa barra llamada Milkyway. Ahora prosigamos a los bocados restantes. Los primeros dos bocados cambiaran a mordiscos al percatarse uno de que pronto nuestros minutos de placer pronto terminaran. A la verdad así es la vida en Cristo. Quiero mencionar una palabra hablada por Pablo, la palabra chara. Esta palabra es la que el apóstol usa una y otra vez en su carta a los Filipenses. “…rogando con gozo por todos vosotros…”, “…Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.”, “…gozo de la fe…”, “…completad mi gozo…”, “…con todo gozo…” “Me gozo”, decía Pablo. Se gozaba que aun estando preso, su situación servía para que Cristo fuera anunciado. Se gozaba al orar por la unidad de los Filipenses. Se gozaba que compartían la misma fe. Se gozaba al saber que ellos se gozaban. ¿Cuanto gozo falta hoy en día en nuestras vidas? ¿Vas por la vida murmurando contra cada problema que llega? ¿No crees que Dios quiera usar esta circunstancia para que el sea conocido? ¿Sientes alguna raíz de odio y amargura contra un hermano? ¿No será porque no estás gozando al compartir la misma fe? Pablo nos da un claro ejemplo de lo que es disfrutar a Cristo. Como es necesario disfrutar de un Milkyway es necesario saber que hemos sido llamados al gozo del Señor. Una alegría que no depende de mí, sino de Dios. No depende de mí circunstancia, depende de cómo Dios va usar esta circunstancia para Su gloria. No depende de esta tierra depende totalmente de Dios. De esta manera es que Pablo puede enfrentar sus prisiones. Así es como Pablo nos enseña a gozarnos por el bienestar de nuestro prójimo, aun si el nuestro está en peligro. Pablo se alegra en Dios porque, aunque él esta privado de libertad y en peligro de muerte. Su experiencia dolorosa está siendo útil a su Señor. Quiero terminar con algunas preguntas para reflexionar sobre nuestro gozo en Cristo. ¿Estás disfrutando tu caminar con Cristo? ¿Te deleitas al platicar con él? ¿O te apresuras al estar comiendo su Palabra? ¿Pablo en medio del dolor se gozaba y tú? ¿Has conocido el gozo del Señor? ¿Has conocido el verdadero significado de gozo inefable del cual habla la carta de Pablo? Detengámonos y no nos apresuremos al estar en Su Presencia. Disfrutemos cada palabra que destila Sus labios. Disfrutemos cada abrazo del Espíritu Santo. Te invito a que me acompañes hoy a disfrutar del gran regalo que Dios nos dio en Jesús. Ya sea en oración, leyendo Su palabra, adorando en la iglesia, o simplemente compartiendo la fe. Aunque tengas que sufrir por Cristo el Espíritu dice: “gózate.” Aunque las cadenas de alguna enfermedad te tengan postrado el Espíritu dice: “gózate.” Si la vida no te favorece el Espíritu dice: “gózate.” Regocijémonos pues con el conocimiento que Dios puede usar cualquier circunstancia. Regocijémonos de que al partir de esta tierra veremos Aquel en quien hemos creído. Finalmente lo que empezamos con el Milkyway lo tendremos que terminar. Con el ultimo bocado y un deleite que nuestro paladar probo. Aquí termina nuestra comparación de nuestra experiencia Milkyway y nuestra vida en Cristo. Pues al terminar el Milkyway el deleite termina. Pero al terminar nuestro caminar con Cristo en esta tierra nuestro gozo sigue. Nuestro gozo será algo que nadie jamás nos podrá quitar ni robar. Al entrar en Su Presencia conoceremos Aquel que estuvo a nuestro lado en los momentos que el mundo se cayó en pedazos. Entonces como dijo Jesús a sus discípulos: “…y se gozara su corazón, y nadie quitará él gozo de ustedes.” ¡Y termino diciendo, gózate! Otra vez te digo regocíjate!
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Joshua Hernandez