Solo era mi nana los miércoles, porque mama ese día salía mas tarde.

Mi nana era muy vieja, tenía cuarenta años, bueno a mí me parecía vieja, porque yo solo tenía trece. Era muy aburrida , pero lo bueno de su casa eran sus balcones, todos los cuartos tenían un balcón y en el que estábamos nosotros era el mejor porque se veía toda la ciudad. 

Yo me pasaba todo el día en el balcón, me encantaba ver las luces de la ciudad, tal ves ella pensaba que estaba aburrido, aunque era cierto yo no decía nada solo miraba la hermosa ciudad,comia chocolate, acomodova mis cartas de yugi- ho y ponia en orden mis tazos.  Hasta que un día, todo cambio, al siguiente miércoles me puso en un cuarto sin balcón. Me puso en el unico cuarto sin balcon, en el nunca entraba, el mas obscuro, el mas frio y el mas abandonado, no lograba entender su porque, asta que me di cuenta que tenia una visita. Mientras yo me torturaba en aquel cuarto sin luz ella se revolcaba en su cama con una mujer. Y yo entre las rejillas del aire oía los gemidos de las insistentes mujeres, tenia que saber que pasaba ahí,entonces me entro una curiosidad enorme el saber que era lo que hacían, así que sin hacer ruido, silenciosamente; Salí del cuarto y entre la apertura que había en la puerta, trémulo vi el espectáculo sin hacer ningun ruido.
Solo mis ojos y mi cerebro estaban ahí, por un momento deje de respirar para que nada me fuera a estropiar el espectaculo, todo iba exelente, ellas lo disfrutaban inmensamente, mi nana mientras daba vueltas en la cama enroyada entre las sabanas me vio y me guiño el ojo, entonces yo comprendí que bajo las sabanas pasaban mejores cosas.


Era un espectáculo bello y nos volvia  felices a los tres.Asi  que de miércoles en miércoles me fue mostrando cada balcón de su casa con diferente mujer, y yo solo veía y procuraba no hacer ruido mientras ellas hacían el acto. Poco a poco me fue gustando asta que un día intervine en uno ; En el ultimo cuarto junto al balcón, ellas mientras lo hacían parecía como si se quisieran aventar al vacio si se hubieran arrojado yo las hubiera seguido asi que impacientemente me meti con ellas a la cama, al principio no sabia que hacer me atormentaba la idea de no saber lo que seguia despues de un beso, pero ellas poco a poco se encargaron de suavisar el momento haciendome pasar la mejor velada. Aquello se había convertido en algo precozmente insaciable y yo no ajuntaba un solo día sin ver a mi nana, nos dábamos placer miércoles a miércoles y la semana pasaba muy rápido incluso por momentos la semana me parecian solo unas horas. No habia momento de mi dia que no pensara en ella, no habia minuto de mi tiempo que no imaginara estar con ella,no existia mas nada, solo ella. Una tarde de junio llego la desgracia; Fue doña Luz la vecina, quien nos sorprendió, por culpa de una maldita gata que brinco a el balcón preocupada ysorprendida se asomo y lo vio todo, se precipito por la calle aullando como histérica -¡pobre chiquillo, pobre chiquillo ayúdenlo!- como loca cruzo la calle, los vecinos incluso nosotros mismos oimos sus chillidas suplicas. La calle para pronto se lleno de curiosos que asobrados escuchaban el relato de lo visto por Dona Luz. Ni siquiera pude darle un ultimo beso a mi nana, cerraron su casa y la metieron a la carcel, ahi ella murio pensando en mi   de eso  estoy  seguro.