Parece que ya es de noche y esta comenzado a nevar en mi corazón al recordar aquellos días en los que luchaba para poder seguir con vida, en tierra de mis enemigos soportando las humillaciones del día a día durante seis largos años en los que estuve cautivo alejado de mi tierra alejado de mis amigos y de mi familia.
 
Hoy puedo comprender que un cobarde habría huido y que solo los verdaderos valientes siguen luchando aun cuando la batalla parezca estar perdida, el dolor me dio la fortaleza y la determinación para nunca rendirme ante nada ni nadie, la fuerza no emerge de los puños, si no de la confianza que te tengas a ti mismo
 
He retornado a mi tierra con la mirada en alto y orgulloso de mi mismo, ya que poseo un poder que va mas allá de lo entendible, poseo el poder del coraje de la determinación, por que no importa cuantos sean en numero, no importa que tan grandes sean, solo importa en confiar en que vencerás y perder el miedo a enfrentar al enemigo.