Miradme, Dama mía, en medio de esta rumba de hojas
En medio de la escasa luz y sin calor
Heladas mis manos, congelados mis pies
Apenas y la música, una foto tuya,
Y los libros viejos...
 
Observa este desagravio infame en que habito
Oscuridad permanente, frío permanente,
Tu ausencia permanente,
Y más libros viejos...
 
¿te das cuenta, Dama Oscura, pequeña, diabólica y santa
lo que soy, lo que fui y seré?
¿te das cuenta el tipo de hombre que soy
lejos de todo, atado al aire propio
apenas respirando sin ti aquí a mi lado?
 
Ya no queda vuelta atrás
Como siempre lo he dicho
Solo mis libros viejos,
El frío, la oscuridad,
Y tu ingrato recuerdo
Que no sacia mis ganas malditas
De estar contigo
Y lejos de aquí...