El sendero
Publicado en Mar 14, 2013
Pisadas cansadas, remolcando el tiempo, brazos enlazados renovando alianza, empalmados esperando el fin mortal, camino de pendientes y elevaciones, deseos irritados, lagrimas viejas, silencios llenos de inquietud y esperanza, ensueños marchitos de toda una vida, solo las memorias conservan frescura, ¿Quién se irá? ¿Qué pasará con lo perene? Surgieron vástagos, floreciendo están. Lunaoscura
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Susana Padilla
Edith Zepeda Hermenegildo
Creo que cuando te hacen comentarios, sabes o intuyes la intensión. Si éstos, son para ayudarte a mejorar, sería una arrogante al rechazarlos, y como siempre he dicho lo que me obsequien las personas, siempre lo agradezco de corazón, pues me dan un poquito de ellas.
Sabes, de desconocidos, he recibido más que de conocidos.
Muchas gracias, por darme parte de ti.
Tomas R. Ramirez
Edith Zepeda Hermenegildo
Tengo que ser honesta, algo que he aprendido es a recibir y agradecer lo que las personas me dan, eso me permite aprender de otras realidades, así como mejorar o mantenerme en mi posición. Que quiero decir con esto, en principio tus comentarios si me enojaban, pero después de la indignación, reflexionada y me picaba el orgullo, haciendo esforzarme más. Estoy muy agradecida de tus comentarios, aun que hay ocasiones que son como limón vertido en una herida abierta, ya sabes la vanidad. Pero y con todo, les doy la bienvenida.
Besos
Tomas R. Ramirez
Edith Zepeda Hermenegildo
Un abrazo
Susana Padilla
(Perdón, una obsevación más, cuando decís "el perenne", como perenne es un adjetivo, uno espera seguir leyendo un sustantivo inmediatamente, pero como tu intención no es esa, lo correcto es "lo perenne").
Saludos! te sigo leyendo!.
Edith Zepeda Hermenegildo
Gracias por tus comentarios. He corregido el error, tienes razón, fue una equivocación de dedo. Por lo que se refiere al tema, no escribo sobre la vejez de los padres, sino del proceso que siguen las parejas en la vida. Fue una de esas ideas, que te inspiran las personas que te encuentras en la calle, en este caso fue una pareja de ancianitos. Tendré muy en cuenta tus observaciones, pues en efecto, como cualquier escritor quiero que me lean.
Me dará mucho gusto que me hagas saber tus comentarios, Muchas Gracias, te mando un abrazo.