Esas hermosas rosas cortadas para mi lecho sepultural
Derrama esa lagrima que se negaba a aceptar que me amabas
Coróname con recuerdos de felicidad que nunca existieron jamás
Guárdame en las esquinas de tu balcón donde mis poemas recitaba

Déjame entender porque fingías amar mis letras puras y sinceras
Intenta contarme porque mentías para inmortalizar nuestra historia
Podría haberte amado por cualquier defecto, Por cualquier insatisfacción 
Solo que la traición que enterraste en mi alma no tiene salvación.

Quizás el invernal toque de mí ser acostumbrado a decepcionar
Posiblemente mi orgulloso carácter tempestivo que nada perdona
Tal vez mi taciturna quietud por no morir en la ilusión pasajera
Definitivamente fue mi facilidad para hacerte suspirar sin amar

Me has hecho el amor en tus sueños pero tu cuerpo está en los labios de otro
Solía despertar con pavor de imaginar tu gozo en otros brazos
Algo tan natural pues es la vida real y no los anhelos platónicos

Argumentas que siempre lo supe y no discrepo de mi ingenuidad
Pensaba que cuando se ama lo implícito era el voto de respeto
Me equivoque al dar por hecho que al decirme te amo
Tenía por sentido algo sublime, profundo y universal

Me culpas de pintarte de malvada y describirte como lo peor
Supongo que las estrellas son culpables de brillar sin cesar
Ahora que me enterraras en el vacío de tu voraz olvido
No debiste venir a mi funeral solo para actuar dolor mordaz

Solo pon tus manos en la tierra y arroja tu despedida
Quédate en silencio sin recordar cada suspiro que provoque
Decapita las rosas con las que jure llenar una luna nupcial
Destierra mi apellido el cual nunca soñaste poseer

Quema cada carta donde adoraba el color de tus ojos
La delicadeza de tu piel, Lo magnánimo de tus encantos
Pero sobretodo reemplaza cada palabra de amor con mi voz
Porque si entendieras cuanto te amé posiblemente enfrentaras
Una terrible realidad y nunca podrás escapar de la verdad
La cual sinceramente es que como yo, Nadie te amara.