inframundo 2
Publicado en Mar 15, 2013
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Descripción
Introducción. En las profundidades de la tierra, en el corazón ardiente de sus entrañas, existe el inframundo(1), un lugar de criaturas demoníacas, maldad oscura ilimitada, donde todo esta bajo la órdenes del más fuerte. Aquí yacen las almas oscuras que no tienen paz, almas desterradas obligadas a vagar por toda la eternidad, dentro de poco algo terrible los va a transformar a causa de una guerra sin igual por la supremacía. La maldad contra la maldad en un terror que hará temblar la tierra y nadie estará a salvo de esta contienda. El desafío entre los clanes que habitan en el inframundo querrán reclamar el poder de Belial, el aura que todo lo controla. La batalla aún no termina y un guerrero de la superficie tendrá que regresar para salvar al mundo… (1)-Ver anexo. EL MURMURO DEL ERRANTE En la fosa del olvido, un lugar siniestro, aterrador, donde las almas malvadas son enviadas a un olvido sin fin y donde pronto serán liberadas para un objetivo, un propósito que enmaraña un plan en beneficio de unos pocos. La figura vestida de túnicas tan grises y oscuras como su propia alma vigila las mazmorras de los olvidados. -“Aquí yacen mis hermanos, aquellos que alguna vez lucharon a mi lado hoy yacen en el olvido, pronto aquellos que los han enviado aquí serán destruidos para que volvamos a gobernar”-. Dice la voz siniestra oculta detrás de la capucha. -“Después de diez años de aquella confrontación contra el humano que venció a los trece príncipes y que por castigo fueron enviados al olvido, pronto tendrán su oportunidad de revindicarse y vengarse”-. Agrega con clamor y repudio. Así el alma errante que evoca a sus hermanos se levita acercándose cuidadosamente hacia la entrada principal de la fosa, un error y la misma lo absorberá como una bolsa de aire y jamás podrá escapar de sus oscuras mazmorras. Un aura maligna lo envuelve a medida que medita un conjuro secreto, pero aún es muy débil para poder romper la barrera que bloquea la entrada de la fosa, las almas de sus hermanos deberán esperar para ser libres. -“Aún no tengo fuerzas suficiente, tranquilos hermanos la hora de su libertad está cerca”-. Dice la figura mientras se aleja frustrado por no poder romper el bloqueo. -“Tendré que buscar el cáliz negro para poder conjurar el hechizo anti-barrera, el concilio del inframundo hizo muy bien su trabajo, pronto la corona vacía será mía”-. Agrega con furia enérgica. En cuestión de segundos la figura desaparece en las sombras, el aura maligna se desvanece y todo es silencio profundo y escalofriante. Desde que los príncipes fueron derrotados no hubo nadie que pudiera ocupar el trono del inframundo, todas los demás clanes sin un guía luchan por ser el más fuerte, todo se convierte en un caos que nadie puede detener. Los seres malignos que habitan en estos lugares quieren ocupar el trono y eso es lo que la figura encapuchada desea conseguir, solo liberando el poder de sus hermanos puede lograrlo. La lucha continúa, los clanes se atacan unos a otros, destrucción, sangre, un colapso generalizado que si no es detenido a tiempo repercutirá más allá de las fronteras de este mundo. El errante vuelve a su escondite desde donde prepara su plan de erradicación. -“Te estaba esperando Valdock, debemos apresurar nuestros planes deberás buscar el cáliz negro para poder liberar a nuestros hermanos; te encomiendo la misión y lo quiero lo antes posible, sin demoras ni errores”-. Ordena con mucha furia. -“Así será maestro, no le fallaré solo indíqueme su escondite y se lo traeré”-. -“Esta oculto en algún lugar de las catacumbas del clan de los dioses oscuros del Nilo, en este momento hay gente indeseada que lo está rastreando, cuando lo encuentren asegúrate de que no lleguen a sus manos”-. -“Sí maestro”-. Dice Valdock y se desvanece en cuestión de segundos. La figura encapuchada medita su plan junto a una figura de piedra que se halla junto a un altar, allí le ofrece ofrendas con un sacrificio usando un esclavo capturado en una de las batallas. -“Aquí te ofrezco este sacrificio, para que la sangre de este infiel que ha profanado tu nombre alimente tu ira y nos des el poder para que limpiemos este mundo lleno de impuros, los trece te serviremos gran maestro”-. Dice y continúa con el sacrificio sacando el corazón del esclavo lanzándolo al fuego de la redención. Las llamas alimentadas por este acto se lanzan con irradiante fervor hacia las alturas con una energía maligna, la cual viaja hacia todos los confines del inframundo donde cada criatura o ser viviente lo presintió quedando atemorizados. -“Presintieron eso, ese aura tiene un inmenso poder que hace muchos años que no se percibía; desde que…”-. Dice con temor el jefe de uno de los clanes reconociendo esa aura. En la zona de los Dioses Negros del Nilo, residencia de los dioses oscuros, un grupo de esclavos excavan una zona rocosa donde una vez los sacerdotes oscuros escondieron el cáliz negro; el mismo permite desde desbloquear todo tipo de barreras mágicas hasta conceder fuerzas inimaginables al que puede manipularlo. Desde un túmulo de fuego, un corpulento ser vigila a sus presas; Valdock se prepara para atacar ni bien vea lo que viene a buscar. Sus ojos con un intenso brillo rojo no pierde de vista al objetivo, sus músculos se tensan quiere acción, sangre, destrucción. Sabe bien que se encuentra en un terreno peligroso, los dioses oscuros del Nilo son poderosos aún desde sus tumbas pueden emanar grandes poderes si un sacerdote oscuro los invoca. Los poderes desde Anubis, el chacal, hasta Sokar, cuyo templo llamado “Portal de los corredores”, es la entrada al submundo egipcio. Es precisamente donde se encuentran los dioses oscuros. Entre el y su objetivo corre un torrente del Nilo, donde un vapor incandescente hace perder un poco de visibilidad pero no se deja vencer; allí queda firme esperando el momento. Cerca de la excavación se encuentran varios monumentos que representan a los distintos dioses oscuros, cada cual con sus altares de ofrendas que son usados por los sacerdotes para invocar a estos dioses, sobre todo en estos tiempos de batallas de clanes. Por algún motivo los sacerdotes decidieron desenterrar el cáliz negro, algo grande deben tener en manos para realizar tan peligrosa tarea, eso no importa a Valdock ya que están haciendo el trabajo duro por el. Uno de los sacerdotes hace una señal indicando que algo encontraron y pronto uno de ellos sale con la reliquia que se halla guardado dentro de un cofre de cobre con muchas inscripciones en un egipcio antiguo que no muchos pueden traducir. Su momento ha llegado, cuando el cofre es abierto y su contenido verificado es la señal que necesitaba para entrar en acción. Con astucia y sin desesperarse se acerca al altar de Anubis, el cual se encuentra a espaldas de los sacerdotes que no se percatan del visitante. Ya que se encuentran realizando un ritual colocándose en círculo sobre el cáliz y éste empieza a tomar un brillo lleno de maldad. Sabe que debe apurarse antes de que terminen de concretar el ritual o será tarde. En un ataque frenesí ahuyenta a los indefensos sacerdotes que no prestan resistencia, no están a la altura de combatir a la furia de Valdock por lo que le resulta muy fácil robar la reliquia. Una vez que lo tiene en su poder desaparece en las sombras antes el desconcierto de los sacerdotes. Pronto llega ante su maestro… -“Maestro la misión fue un éxito”.- dice Valdock poniéndose de rodillas a la vez que entrega el Cádiz a su maestro. -“Bien hecho discípulo, tu eficiencia será recompensada, ahora ve a preparar el altar para comenzar con el ritual; junto a la fosa de los olvidos serás testigo de algo que nunca en tu vida has visto. Solo los antiguos conocen este poder que será liberado para restaurar el orden y el trono de estas tierras de nadie”-. Dice el errante a la vez que toma el cáliz con una ansiedad feroz. Mientras los clanes siguen luchando entre sí en cruentas batallas sangrientas, el errante prepara su mayor golpe que lo ayudará a reconquistar el trono que los antiguos perdieron hace diez años cuando fueron derrotados por un simple mortal. Lo que el errante planea es liberar el poder de los trece antiguos que lo ayudarán a obtener el máximo de sus poderes, con eso lograr intimidar al resto de los clanes enemigos o destruirlos si es necesario. Una vez que esto concluya lo siguiente es dominarlos y guiarlos a un ataque total sobre la tierra vengándose así de la humanidad por la derrota provocada anteriormente. Solo es cuestión de tiempo, todo esta listo para iniciar el ritual que ayude a liberar los espíritus de los trece, la fe en la victoria esta cerca y no la dejará escapar con facilidad. LA IRA DE LOS ESPIRITUS Todo esta listo y el altar esta preparado; incienso, sangre de sacrificios, utensilios de rituales puestos en lugares estratégicos de la sala, dibujos de cruces, etc. Allí esta el errante con su túnica de rituales listo para dar comienzo, sus hermanos pronto serán liberados. -“Fuerzas de la oscuridad, siervos de la maldad, yo aquí los convoco a través de este ritual, aquí esta su servidor, ¡escúchenme!”-. Con gran clamor inicia su ritual a los oscuros a la vez que mezcla los ingredientes en las cantidades exactas. En cuestión de segundos una nube negra rodea el cáliz formando un círculo de energía pura en un rojo incandescente. -“Aquí los convoco para que nuestros hermanos de sangre sean liberados de su prisión, que sus almas sean libres para ocupar el lugar que les corresponde, vengan a mí señores de la oscuridad, los convoco, obedeced mi llamado”-. Agrega con una fuerza que hace vibrar sus venas. Todo el inframundo parece temblar, los clanes sorprendidos por lo sucedido se retiran de sus respectivas batallas hacia sus dominios o se pierden en las sombras como animales asustados. La mayoría de sus jefes conocen este aura poderosa que invaden todos los rincones de las cavernas del submundo y saben que ahora el peligro no son sus propia gente, sino una maldad que va más allá de su imaginación. -“Den el mensaje a todos los clanes, debemos dejar esta lucha de rencores y debemos prepararnos para una amenaza mayor, rápido mis alados no hay tiempo que perder avisad que la reunión será en el círculo de los antiguos, todos deben asistir sin excepción”-. Fue la orden del jefe de una de las tribus. Así se dispersan las criaturas haladas encomendados a la misión de mensajeros para las demás tribus, lo que los desunían como enemigos ahora deberán unirse en pos de una amenaza mayor. Todos los clanes son alertados de la amenaza que se esta gestando en el corazón de su mundo y después de dudas deciden dirigirse hacia el circulo de los antiguos. La oscuridad densa, fría, mezclada con una maldad que hasta el mismo demonio se asusta de sí mismo; agazapada en lo profundo esconde un plan de destrucción. -“Venid hermanos, yo les devuelvo la libertad para que vuestra venganza devore a los impuros que los aprisionaron, salgan de sus mazmorras hijos verdaderos de la oscuridad”-. Sigue con el ritual el errante. -“Escucha ahora las palabras de tu siervo. Los secretos que escondimos en la noche. Los dioses más antiguos son invocados aquí. El gran trabajo de la magia es buscado Esta noche y a esta hora. Invocamos al ancestral poder. Tráenos tus poderes. Queremos el poder. Danos el poder para que tus hijos sean liberados”. El errante convoca los poderes de los ancestros para que el ritual se complete y un torbellino de energía rodea el altar. En cuestión de segundo el bloqueo de la fosa de los olvidos deja escapar las almas de los antiguos príncipes. Los mismos se detienen al ver al errante, al ser misterioso que los liberó y los convoco. -“Habla, ¿quién eres?, ¿quién osa convocar a los antiguos en este mundo vertido de maldad y caos?”-. Pregunta una de las almas. -“Yo los he liberado hermanos, para que sus almas sean revindicadas y vuelvan a ocupar el lugar que les corresponde como señores de los trece clanes, hoy se hayan en lucha en un caos en busca de usurpar el antiguo trono”-. Contesta el errante. -“A nosotros que nos interesa la destrucción de sus almas, mas de diez años hemos sido encerrado en el olvido a causa de su avaricia, después de dominar estos mundos a quién les interesaría nuestro regreso”-. Agrega con desconfianza otra voz. -“Todo el inframundo está sujeto a un caos, pronto colapsará si estas luchas persisten y por lo tanto todos seremos animas vagabundas, no seremos nada”-. Insiste el errante. -“Nosotros ya lo somos, que nos hará cambiar de parecer”-. Se aferra a su ideal las ánimas. Ya no muy contento, el errante hace una pequeña introducción… -“…Hace diez años todos ustedes encauzaron un lucha para dominar la superficie, que a causa de una venganza propia de un sirviente que desobedeció nuestros ideales, nos llevaron a luchar contra un humano insignificante y con ayuda de un manto sagrado todos fueron derrotados. Eso produjo que fueran encerrado en estas mazmorras…”-. Narra el errante. -“¿Como es que estas al tanto de estos hechos después de tantos años?”-. Pregunta con desconcierto otras de las ánimas. -“Es que no reconocen a su antiguo maestro”-. Dice el errante al dar a conocer su rostro a los antiguos. -“¡Maestro!, ¿usted?”-. Repiten con asombro las ánimas al reconocer a su maestro. -“Pero usted pereció en manos del impuro”-. Se sorprende otras de las ánimas. -Mi fiel Trtey no todo lo que parece es, tuve que mostrar mi propia muerte transportándome a la cueva de los nigromantes, ellos curaron mis heridas y regeneraron mis poderes. Hace poco pude valerme por mi mismo pero mis poderes aún no estaban completos hasta que pudiera liberarlos; ahora nos tomaremos venganza de todos estos años de destierro, primero debemos limpiar este caos antes que el colapso entre los clanes nos lleven al olvido eterno,”-. Dice el errante. -“Cuente con nosotros, maestro”.- Dice Trtey, el primer príncipe, todos contestan con una reverencia. -“Por el momento pondremos marcha a nuestra ola de terror, detendremos este colapso de los impuros, aquellos que osan detenernos serán destruidos”-. Afirma con devoción. -“Así se hará maestro”- asisten todos. -“Aquí nuestro hermano Valdock nos estará informando de los acontecimientos”-. Señala el maestro a su discípulo para que informe de lo que ha estado espiando en el submundo. -“Maestro, he visto como todos los clanes han cedido en su lucha y se reagrupan; por lo que he visto se dirigen al círculo de los antiguos”-. Finaliza con una reverencia. -“Bueno mis discípulo, será nuestra presentación, nuestro resurgir, que la oscuridad los ilumine”-. Dice el maestro haciendo una señal para que se dirijan al lugar indicado. En el circulo de los antiguos… -“Los he reunido aquí para dar la noticia de algo terrible para todos nosotros, nuestras guerras internas deben concluir para unir fuerzas contra el mal que nos amenaza”-. Dice uno de los líderes. -“Que puede ser tan amenazante para nosotros, hace años luchamos entre nosotros por algo que no podrá ser nuestro jamás, nos debilitamos por algo sin sentido solo mostrar quien es el más fuerte”-. Gruñe otro. -“Por eso es que debemos hacer un alto, estrechar un lapso de hermandad y unirnos contra este mal”-. Contesta nuevamente. -“¿Qué mal es ese que tanto temes?, Sacron del clan de los guerreros oscuros”-. Pregunta otro de los líderes. -“Es que, ¿no lo has percibido aún, Torak?; ellos han despertado, fueron liberados y vendrán pronto a tomar venganza por haberlos encerrado en la fosa de los olvidos”-. Da una pista Sacron. -“Estas diciendo que ellos escaparon de las mazmorras místicas, ¡cómo es posible!”-. Dice con susto Torak. -“Así es, alguien a quien desconozco logro liberarlos usando el cáliz negro”-. Agrega Sacron. Todos quedaron en silencio, saben lo que esto significa y la lucha por la supervivencia comienza, nadie queda exceptuado. -“Todos aquellos que estén a favor de esta hermandad que se de a conocer y de su repuesta”-. Agrega Sacron observando a todos de reojo estudiando su reacción. Todos se presentan dando un paso adelante para mostrar su rostro con orgullo. -“Torak, del clan de los guerreros de fuego del Hades, estamos a favor”. -“Beliak, del clan de los hechiceros místicos de la región de Arcadia, los complace”. -“Arnat, de los dioses oscuros del Nilo, aceptamos”. -“Olnaf, de los Elfos de las profundidades del Oponte, estamos de acuerdo”. -“Obsidian, señor del los goblins de la región de las penurias, estamos a favor”. -“Hadar, señor de las nigromancias del oeste, aceptamos”. -“Aporia, los guerreros del alba, señor de la región de los pantanos de fuego, estamos a favor”. -“Greiger, de los gigantes de piedra, señores de las catacumbas del Tártaro, presentes”. -“Dragan, de los paladines negros de la región del tercer nivel del submundo, aceptamos”. -“Jakob, señor de los inmortales, de la región Este, estamos listos”. -“Halldor, del clan de los hombres alados, del mundo de los marginados, presentes en la lucha”. -“Devack, jefe de los antiguos emisarios, de la región de los puertos de lava, aceptamos”. -“Todos han aceptado esta hermandad, yo Sacron, señor de los guerreros oscuros de la región de los difuntos cierra este pacto con un sacrificio”-. Dice cortando una de sus muñecas en presencia de todos. El silencio se presenta en toda la habitación, un murmullo de desconfianza se transmite en la oscura sala esperando el siguiente paso a seguir. A pesar del pacto nadie confía en nadie, ante el clamor de lo que se avecina deben ceder en sus ambiciones para enfrentar una nueva amenaza que años yacían en las profundidades del olvido. -“Deben prepararse para la batalla, ya presiento el aura maligna acercándose estén listos”-. Ordena Sacron. -“Yo preparare un hechizo de bloqueo para tratar de detenerlos”-. Agrega Beliak mientras prepara su conjuro. -“Gran Gliantek, nombrado Dador por los dioses, hoy eres reverenciado como un Dios de la Guerra después de tu muerte, aquí te convoco para que nos protejas del mal que nos amenaza, ven gran señor, ven alimentar tu alma con quienes osan atacarnos”-. Convoca el hechicero Arcadio y un remolino vendaval que mueve montañas hace aparecer la figura enana del convocado. -“Quién osa interrumpir mi descanso, mi ira no tendrá reparo”-. Dice con enojo el recién llegado. -“Belial el señor de Arcadia necesita tu poder para detener la horda de destrucción que nos amenaza, espera un instante y lo verás por ti mismo; un gran poder que puede vencer incluso a un Dios viene a nosotros”-. -“Pues eso esta por verse, tomare mi maza mística de los elfos oscuros y verán quién es el Señor de la Guerra”-. Agrega Dador con una furia sin igual delatado por el brillo maligno de sus ojos. Un gran chillido agudo se escucha haciendo ecos por toda la caverna donde se hallan reunido el concilio, un temor generalizado los apiada a todos menos al señor de la guerra que golpea su maza contra el suelo y este tiembla dejando escapar una fuerza magnética a gran escala. segunda parte de este titulo,,los 13 antiguos son liberados para cobrar vengaza sobre sus opresores y por aquel que una vez los derroto,, una guerra civil dentro del seno del inframundo se lleva a cabo hasta que son doblegado por el antiguo Palabras Clave: inframundo CategorÃa: Cuentos & Historias SubcategorÃa: Ficción
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