"La prdida de la princesa" (Diario de un poeta fallecido)
Publicado en Mar 16, 2013
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Y fué cuando la princesa, cansada de tanta cortesía, decidió huir del castillo; abandonando con él a quien fue su único protector.
 
La vida pasaba como viento en popa, pero el sollozo del príncipe no parecía tener fin. Botella tras botella trataba de olvidar su pasado y con ello la huída de su princesa. Él aún no podía creer que ella se encontrara con el criado de su infancia.
La noticia lastimó su corazón, pero más que eso su ego lamentaba que el orgullo haya atrapado el amor que un día nació por su amada.
 
bien, que mas podía hacer, el tiempo pasaba y su barba aumentaba, sin embargo, encontró en la poesía el delirio de morir solo, sin envidiar la alegría. 
Se dedicó a las sonrisas ajenas y comenzó a derramar lágrimas en su almohada.
Pobre príncipe, no podía asimilar que entre tantas doncellas a elegir hubiera optado por la que lo haría sufrir.
 
Entonces el príncipe tomó la botella y su zurda empezó a escribir...
 
I.
 
"Maldita luna de abril, tú que la viste venir,
¿Por qué no me avisaste del daño futuro?
¿Acaso pensabas que no llora un hombre maduro?
¿O detenías el susurro por las ganas de verme sufrir?
 
Inhóspito clima de verano, amante de la lluvia,
¿Por qué rayos me dejaste besarla cada mañana?
Un lazo me hubieras amarrado junto a la ventana
con tal de que mi cuerpo se alejara de la mente turbia.
 
Lujuria endemoniada, pecado tan divino,
dichosa maldad que llenó de excitación mis sentidos;
¿Qué culpa tengo yo de querer unirme a sus latidos,
si las campanadas de la iglesia no me dan el pan y vino?
 
Mente insensata, adicta al alcohol,
mientras yo me embriago tu no borras los recuerdos;
¿Es que es necesario una lobotomía para los tropiezos,
o basta con alumbrarme en el último farol?
 
Princesa maldita, mujer hechizante,
tú que me condenaste a morir sin amor,
corta mis venas con todo tu dolor
y aniquila los momentos que pasaste en mi colchón.
 
Y  acabada esta cena corre a la oficina,
encontrarás a primera mesa los recuerdos de mi vida,
intenta quemarlos en mi humilde chimenea
pues mientras duermas con el criado mi cuerpo te esperará en la azotea."
Página 1 / 1
Foto del autor Eduardo Rangel
Textos Publicados: 4
Miembro desde: Mar 15, 2013
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Descripción

Simplemente el punto en el que ella huy de ti y t, con ayuda de alguna adiccin (en este caso el alcohol) tratas de olvidarla errneamente

Palabras Clave: Poesa Alcohol Princesa Separacin Tristeza Amor

Categoría: Poesa

Subcategoría: Romntica



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