Ladrn de sueos cap. 2
Publicado en Mar 16, 2013
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Hola!! después de un largo tiempo por aquí estoy nuevamente…espero que les guste y sea tan intrigante como el primero o más…para quienes son amantes de los lemmon como yo  xD bueno ,tienen un medio lemmon…sepan comprender que se están conociendo y todo el contexto que ya conocen…y los tiempos en que estaban…
 
En cada aspiración de ella las señales de vida eran cada vez más notables.
Bella soltó un grito al volver a la realidad pero luego casi se queda sin aire al ver el hombre que tenía enfrente.
 
Era rubio con pelos rebeldes que iban en todas direcciones, ojos verdes oscuros, alto, flaco, un lomaso, músculos marcados sin llegar a ser exagerados y de pura fibra natural (ni drogas ni horas interminables en el gimnasio)…Era perfecto.
<>
¾                Bella…-Aquella voz de terciopelo clamaba por ella interrumpiendo el curso de sus pensamientos-
¾                ¿Por qué?
¾                ¿Por qué?
¾                Sí, ¿por qué haces esto? Vienes a robarme y en vez de hacerlo me cuidas. ¿Qué es lo que pasa?
¾                Confía en mí, por ahora sólo puedo decirte que me llamo Robert Masen y que estoy arrepentido de todo; de enserio.-Inexplicablemente confiaba en ella, le diría toda la verdad, si llegaba a verla otra vez, menos el nombre por temor a sus jefes.
¾                ¿A sí? Cómo no…
¾                Bella, de en serio, no te robaré ni tampoco a tu familia.
<<¿Qué estaba diciendo?>>
¾                Ajá, ¿Y cómo se yo que me estás diciendo la verdad y no es una más de tus hazañas?
¾                Sólo mírame a los ojos. Las palabras y algunos movimientos pueden mentir, pero jamás una mirada…
Lo miró. Y allí se quedó, con la mirada perdida en la profundidad de aquellas orbes oscuras sin siquiera recordar que buscaba. Era una mirada penetrante y eclipsante a la vez. Era fácil perderse en aquella dulzura y tranquilidad que transmitía aquel brillo extraño. Era fácil ver su sonrisa y sonreír a la vez; y era admirable cómo cada uno de sus músculos se relajaban aunque seguían pendientes de él. De cada movimiento, de cada vez que se pasaba la lengua por el labio inferior, de cada gesto, de cada expresión, de cada roce…
¿De cada roce?
¡Cielos! Sí, de cada roce. Su mente no tenía espacio para la cordura, sólo se dejaba llevar y su concentración estaba en cada sensación de cada milímetro de su cuerpo. No existía nada más, la cama era como una nube de algodón y la realidad sólo era él.
Registraba todo a medida que pasaba el tiempo como si fuera la última vez. <>
¾                Ahora estás bien-dijo mientras se recostaba junto a ella y seguía acariciándola aunque con cautela esta vez-. Me iré porque tienes demasiado miedo y no sé qué hacer para recompensarlo. Tienes toda la razón en desconfiar de mí, no tiene remedio luchar contra eso ahora. Pero no quiero dejar de verte a no ser que tú quieras.
Robert no esperó a recibir respuestas, simplemente tomó su mentón, lo giró hacia él y con rapidez se apoderó de aquella boca roja como una manzana carnosa que jamás olvidaría. No sabía si podría regresar así que intentó darle el mejor beso de su historia para ser un buen recuerdo al menos.
Bella le correspondió en cada movimiento, no podía evitarlo, nada le obedecía: sus manos ya se enredaban en aquellos pelos de arena y tanto su boca como todo su cuerpo se pegaba lo más posible a él. Inmediatamente y casi instintivamente, sus manos cobraron vida; y sin pedir permiso comenzaron a recorrer su espalda y después sus pechos, sintiendo cada músculo y cómo se tensaban en cada caricia.
Los beso se hicieron más apretados, más húmedos y más necesitados; sus lenguas se entrelazaban en un movimiento íntimo mientras las manos de él acariciaban suavemente los pechos de Bella por debajo de la remera haciendo que arquease la espalda y sus pezones se pongan duros llenos de deseo convirtiendo aquella nube de algodón en vapor por los suspiros y gemidos que ambos daban.
¾                Bella…-gimió, casi gritó, sin poder evitarlo-
Escuchar aquella voz de ceda diciendo su nombre con esa desesperación y ternura fue algo más que supremo. Fue una bomba de Hiroshima, fue mil abejas africanas picando su cuerpo; como un montón de hormigas carnívoras mordiéndola. Y cuando Robert comenzó a acariciar lentamente todo su bajo vientre, sin dejarla de besar, formando figuras con estelas de fuego e introduciendo apenas un dedo por debajo de su bikini fue inevitable que todos sus músculos se tensaran. Y un fuego la quemara desde adentro.
¾                Robert…-exclamó con la voz ronca-¡Hazme tuya!-clamó sintiendo el orgasmo cerca-
El aludido se separó lo suficiente para mirarla a los ojos entre triste y preocupado. Sonrió y le dio un corto y delicado beso antes de decirle:
¾                Bella…-casi un suspiro salía por entre sus labios mientras la respiración entrecortada se dejaba escuchar- No tengo condón.
Con un esfuerzo sobrehumano se separó de ella y se levantó. La miró allí tendida y rendida a él, pasó una mano por sus cabellos rebeldes dejándolos aun más revueltos y salió lo más rápido que pudo.
Bella, al respirar algo de oxigeno y al no sentir la presión cálida del cuerpo de Robert sobre el suyo, volvió en parte a la realidad y al notar el hueco vacío en la cama se levantó de un salto dirigiéndose hacia la puerta que llevaba al exterior. Ésta, tras el paso apresurado de él, había quedado entreabierta. Salió.
¾                Robert…
Llamó varias e insistidas veces, pero nadie le contestó. Solo el silencio de la noche… 
 
 
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Foto del autor Mariana Silva
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Descripción

Palabras Clave: Bella Robert

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fanfictions



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