Amar, Escribir y Morir.
Publicado en Mar 17, 2013
Caminando sobre las maderas chirriantes de un roble añejado,
se hallaba el caballero con su armadura y cuerpo derrotado, oh pobre hombre la cruzada acabó con tus anhelos malditas armas punzo cortantes pintaron de rojo los cielos. Valiente y fuerte de mente; triste, cobarde y manso de corazón, Lógico, ilusionista y de repente una alma llena de belleza conmovió su inspiración... "Me llueves de noche, me secas de día, Me escupes en la cara, me limpias la herida, acaricias mi cuerpo y recuperas la alegría, robas mi aliento y empiezas tu partida. Tan madura te siento, tan joven eres, risas disipas en cada amanecer nublado, no importa el invierno, no afectan los anocheceres tus caderas flotan entre el mítico floreado. Miradas penetrantes que excitan mi alma, vientos torrenciales se desatan en la brigada, ciego tiendo a ser. ¿O serás un fantasma? Labios extenuantes busco tener. ¿Quieres ser mi amada? Tres tulipanes sostengo en mi humilde mano, cada una indica las razones por las que te amo, tú personalidad y tu belleza inundan como pantano, ante todo tu madurez dominante me piden que comparta tu tramo". Y así es como el poeta fallecido recita sus poemas con tinta y pluma de ganso, es una tristeza conocerlo perecido, es un alivio encontrar los escritos en su regazo, delirantes días paso en donde se encuentra dormido leyendo hora tras hora la letra de su mal paso.
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