Nos quedamos mirándonos fijamente por unos minutos.
-No es nada Hali, es solo que tuve que matar a uno de los caballos de mi casa. Se había puesto malo y no obedecía.- me dijo poniéndose nervioso.-
-Oh! Pensé que te había pasado algo peor...- le dije.- y nos sentamos en el pasto. Le conté acerca de lo que había escuchado en la tv y lo que me había dicho mi abuelo.
-Oye, por cierto, tu llevas tiempo viviendo aquí... no?
-sí, desde que nací. ¿Porque lo preguntas?- me dijo.-
-Mira, mi abuelo me ha dicho que por aquí  corre el rumor de una historia que paso hace ya muchos años atrás. No me quiso contar la historia, pero me dijo que era terrible.- dije volteando mi cara hacia el frente.- Tu... sabes algo?
Por un momento pude notar que se había puesto nervioso. Fue en ese momento que se paro junto a mí y camino unos pasos hacia adelante tomando su cabeza entre sus manos y sacudiendo su cabello.
-Espero que no te haya molestado lo que te he preguntado, no quería incomodarte Teate...-le dije mientras me paraba y me acercaba a él.-
-Mira, no me molestes mas.- me dijo dándose vuelta bruscamente y haciéndome hacia un lado.
-Teate, no era mi intención, perdóname!- le dije corriendo hacia el-
Fue en vano. Subió a su caballo rápidamente antes de que yo pudiera hacer algo. No logre entender el porqué de su disgusto. ¿Por qué se habría molestado? Fue una simple pregunta la que le hice, no tenia porque enojarse así conmigo. Esa noche no cene; quería estar tranquila en mi habitación pensando el porqué Teate se había enfadado conmigo.
-Eres un Idiota...-dije en voz baja mientras me tapaba con la frazada.-
Me dormí pensando en el, como siempre. Era extraño, como podía estar enojada con él y al mismo tiempo estar pensándolo. Qué Extraña paradoja. Me dormí.
A la mañana siguiente, me levante con un dolor de cabeza muy fuerte.
Me vestí como pude y baje a desayunar abajo.
-Buenos días Hali.- me dijo mi abuela sirviéndome mi desayuno.- Te ves terrible, ¿te pasa algo?- me dijo apoyando su mano sobre mi frente.-
-No lo sé abuela, hoy me duele muchísimo la cabeza.- le dije mientras me paraba.- no tengo hambre, perdona.
-No Hali,¿ donde piensas que vas? No puedes ir a ningún lado, vamos te acostare en tu habitación.- me dijo agarrándome de las manos.-
Me llevo hasta la habitación y me recostó.
-Quédate tranquila, llamaré al doctor y a tu padre.- me dijo.-
-No abuela, no llames a papá.- le dije sentándome.- me quedra llevar nuevamente a casa y no lo aguantare más, no me gusta estar en medio de sus problemas.- le dije recostándome nuevamente.-
-Está bien linda, no lo hare. Sé que es una situación difícil para ti.- me dijo parándose y acercándose a la puerta.- Descansa.
Me dormí por un rato. Estaba cansada.
(Mientras tanto con mis abuelos)
-Hali está enferma.- le dijo Helen a mi abuelo mientras tomaba el teléfono.-
-Llama al doctor, y no llames a su padre: quedra llevarla de aquí y no lo permitiré.- dijo mi abuelo muy decidido.-
-Ahí ahí ahí Thomas... Halina nunca podrá negar que es tu nieta, son tal para cual ambos...-dijo mi abuela entre dientes.-
-¿Hola?
-Hola Doctor, soy Helen Brody ¿Cómo esta?
-Bien gracias, ¿que anda pasando?
-Ha venido mi nieta de la ciudad y le duele la cabeza fuertemente. Usted ¿podría venir a verla?
-Si, por supuesto. Estaré ahí en 2 horas.
-Gracias Doctor. Mi abuela colgó.
- Vendrá en 2 horas- dijo mi abuela sentándose a la mesa frente a mi abuelo.-
-Me parece bien.- dijo.-
En ese momento tocaron la puerta.
-¿Quien será?- dijo mi abuelo.-
-Iré a ver.
-Oh, Hola Teate, pasa. Hace mucho que no venias a vernos.- dijo mi abuela haciéndolo pasar.-
-Si, es cierto. Estaba de pasada y decidí venir asta acá... ¿Esta Halina?.- dijo mirando para todos lados.-
-Si, esta en su habitación, puedes pasar a verla, pero debo decirte que esta un poco enferma.-dijo mi abuela.
Subió las escaleras rápidamente y entro sigilosamente hasta donde yo estaba.
Disimule dormir, asique pude ver y oír todo lo que dijo. Se quedo parado mirándome por un largo rato. Me ponía nerviosa:¿Por qué me miraría así?
-Eres hermosa aun de dormida.- me dijo acercándose hasta mi cama.- Moriría si algo llegara a pasarte, no sé qué es lo que haría. Porfabor, perdóname. Te amo más que a nada en este mundo: Eres mi vida entera- me dijo mientras se recostaba al costado mío.
Se quedo al lado mío abrazándome. Y ahí fue, cuando nos quedamos dormidos.