No sé que decir ante la posibilidad de partir,vienen sentimientos y emociones que se aremolinan buscando una salida. Cada final, cada despedida es una muerte pequeña, es desprenderse de algo amado, de algo que ha vivido como parte de nuestro ser.
Un día el camino no presenta más opciones, solo una recta que debemos  empezar  a recorrer sin mirar de nuevo atras.Como se dice adios sin dejar brotar un nudo en la garganta que te ahoga y oprime el pecho, es un dolor que solo entiende quien se ha desprendido de algo querido, de algo preciado; como curar la herida que deja un adios, un hasta siempre sin esperanza de volver, sin la ilusión de un mañana, solo llevando en el corazón los recuerdos de algo que  no podrá ser nunca más
Como se mira la vida, como se empieza, sin desatar los lazos que insisten en atarme a un pasado, lleno de tantas tristezas y tanta soledad. Donde diviso el horizonte, con la esperanza que al final de la linea,brille denuevo el sol, la ilusión, el continuar en el proceso de la vida que no se puede detener.
No hay palabras para describir el dolor de un adios, solo se percibe con las entrañas, con la liviandad del alma, con la agonia de quien en realidad no quiere partir pero comprende que es absolutamente necesario para renacer de nuevo y volver a empezar.