Aferrarte o Dejar Ir
Publicado en Mar 20, 2013
Levanté mi brazo y apoyé mi mano sobre su hombro. Tenía miedo de que se marchara en ese momento y aún así no pude hacer nada más que sujetarla débilmente. No era una demanda, era una súplica. Al contacto de mi piel con su ropa se detuvo, parecía dudar en darse vuelta y mirarme a la cara otra vez, hacía unos segundos había asegurado que no lo volvería a hacer y siempre había sido orgullosa para sus decisiones. Quizás por eso una parte de mí estaba segura de que ya había perdido.
- Por eso no quería soltarte… Sabía que apenas lo hiciera te irías. Las palabras salieron a tropezones de mi boca, mi mente era un desastre, solo quería rendirme, dejarla ir y sentirme morir. No lo sé, todo parecía más simple que intentar quitarme de encima la sentencia de muerte, pero ya me había rendido a mi patética naturaleza y estaba casi de rodillas ante ella como el maldito cobarde que soy. No me atreví a alejar mi mano, sentí como respiraba profundo antes de contestar ¿Estaba intentando calmarse? ¿O es que mis palabras le habían causado algún tipo de dolor? Poco a poco se giró, como si cada centímetro que viraba fuera un error que lamentaría el resto de sus días. Evitaba mirarme a los ojos por lo que no pude leer su expresión, siempre fui malo para eso, en realidad jamás supe en qué estaba pensando o sintiendo… Fácilmente todo pudo ser una mentira desde el principio, yo jamás lo hubiese notado. - Eres un idiota, Ian. Cuando quieres a alguien no lo asfixias. Apretó los puños y me penetró con su mirada ¿Dolor? ¿Ira? Un poco de todo. Nunca la había podido leer como en ese momento en que todas las emociones parecían estar en un punto crítico. No tenía nada que decir a mi favor así que dejé caer mi brazo esperando que ahora se fuera, pues ahora era libre de hacerlo. - No dejaste de dudar, necesitabas saber lo que hacía y lo que pensaba a cada segundo ¿No pudiste sentirlo? ¿Nunca me creíste?... Yo… Aguanté la respiración, quería y no quería escucharlo. Un sollozo le impidió seguir y su cara se tensionó en un intento de disimular, nunca quiso mostrar sus emociones o sentirse débil ante nadie pero las lágrimas ya habían empezado a caer y no había nada que pudiese hacer para ocultarlo. Iba a ser la última vez que pudiera oírlo, iba a ser la última vez que me lo dijera. - Estabas demasiado ocupado dudando de mí para darte cuenta que de verdad te quise. Pasado. En ese momento comprendí que jamás volvería a escucharlo en presente. Y eso fue todo, no había más, su voz se terminó de apagar. Se marchó y no me pude percatar de nada más… Estaba estático, destrozado. No quería llorar vidrio, no quería suplicar, sabía que ya nada iba a cambiar, sin importar lo que hiciera. Se había ido. El eco de sus pasos me agujereó, pero las heridas no fueron tan profundas como las que dejaron sus palabras… O las que dejaron mis acciones en su corazón.
Página 1 / 1
|
Luis Romn
Mafka
Igual espero leer más cosas de ti, tus temáticas me intrigan.
Luis Romn