Derrama sobre mí tu deseo
Y  expande con tus manos
Ese liquido perverso
Que brota de tus labios
Delinea con tu lengua la figura
Y accede a mi fuerza sobre tus delirios.
 
Clama con tus ojos a los míos
Y permite la presencia de la  filosofía
Que desnuda el alma y  la cubre de fantasía.
 
Clama con tus labios a mis oídos
Y derrama sobre mi fuerza tu delirio
Como las cataratas a los ríos
Como los ríos  a la inmensa Oceanía
Como esa misma que ansía
Y  me entrega las regalías
De las olas que pronuncian
Tu perversa mirada.
 
Grita en lo profundo de mi odio
Que al final se encuentra la melancolía
Acurrucado con tus besos, con tus caricias,
Con tus lágrimas de espinas,
Y la culpa de mi egoísmo.
Tocaré  el fondo  de tus tramos
Y encenderé con  fuerza tus motivos
Ascenderé entre lo oscuro
Empujando tú recuerdo
Que se hace agua entre mis dedos
Tocaré el filo de tus miedos
Hasta  ahogarme  sin remedio.
 
Y enredaras tu silencio a mi espalda
Murmurando ternezas   a mis emociones
Murmurando pasiones a  mis latidos
 
…La culpa es de mi destino
El pecado es de mis labios
La tentación es mi mundo
Suspendido  entre tus manos.