Cada paso era un temblor, cada lágrima me destruía el corazón, cada día una herida se abría, y en mis manos mi corazón latía. Mi vida se me iba, y mis horas, mis días, mi vida, mi agonía. Ohh dulce soledad, te imploro que no te vayas de mi vida, mi dulce soledad, nunca dejes a este cuerpo sin vida. Arráncame lo que quieras, mis brazos, mis piernas, pero nunca mi alma, nunca mi corazón, nunca mi agonía. Ohh mi dulce soledad, que haces que los días de invierno se conviertan en días soleados y serenos, que haces que mi mente este cuerda un día mas de mi cansada y triste ritmo de vida, tú qué haces que mi sonrisa se dibuje cada día, mi musa, mi virgen, mis sustento al alma y a los sueños día a día, mi dulce soledad, mi dulce agonía, mi dulce sueño de rosas y espadas, mi alma en el cielo de los cielos, mi dulce vida, niña mía, mi dulce soledad.




En una batalla de sueño y realidad, mi imagen de victoria eres tú, mi dulce soledad. Días buenos, días malos, tropiezos y saltos al triunfo, tú me guías mi dulce agonía, mi dulce soledad. Yo construí una vez en un sueño, un hogar para ti y para mí, un lugar especial para ti mi dulce soledad. Cada vez que pienso en ti, es como un respiro, una probadita al cielo infinito, tan solo pensar en ti mi dulce soledad. Navegar por cientos de mares y gritar a los 4 vientos que eres mía! solo mía; que res la que me guía y la única que me adora y reclama, ohhh tu mi dulce soledad, ohh tu mi bella niña, ohh tu mi dulce agonía, tocando cielos, rozando infiernos, surcando mares y conociendo mundos nuevos, en mi cabeza estas, de mi mente y razón no te vas mi dulce agonía, mi dulce niña, hablo de ti, mi dulce soledad.