Paralyzed
Publicado en Mar 23, 2013
“You've got me hypnotized
I'm feeling so obsessed with you you left me paralyzed and now I'm stuck You got me stuck…Fuck It” -Paralyzed; Mystery Skulls. Decidí hacer caso a la sugerencia de mi profesor de matemática y salí de la clase. Yo solo quiero dibujar, es mi pasión y es de lo que yo quiero vivir, no entiendo porque me siguen enviando al liceo cuando lo único que quiero es dibujar, ser el mejor. Bueno, mi vieja me seguirá mandando al liceo, y estando en primero medio, todo para mí es horrible. Siempre eh sido un buen alumno, promedio sobre seis cinco, el mejor alumno del colegio, todas esas cosas de las cuales los adultos siempre se enorgullecen mucho. Me dedique a dibujar mientras esperaba que la campana tocara para luego irme a casa, aunque no se me ocurría ninguna idea brillante, puras mierdas sin sentido, sin sentido visual ni sensorial. Algo me falta creo. Bueno, cuando toco la campana, entre a la sala y guarde mis cosas. Una chica a la cual recién estaba conociendo ya que todos somos nuevos en ese liceo, me pidió que la dejara acompañarme hasta mi casa, y la verdad es que eso me hacía sentir bien. Se llama Isabel, y eh hablado un poco con ella, es linda, demasiado. No, no me gusta, yo tengo novia, bueno, mi novia vive en Santiago, como a nueve horas de viaje desde allá hasta Angol, donde vivo. Se llama Marietta, y como me encanta. Me encanta que tenga un buen promedio, me encanta que tenga los ojos de ese color exótico el cual no se sabe si es verde o café, me encanta que le encante My Little Pony, me encanta que le guste reír, me encanta que sea ella, lo único que odio de ella, es que viva tan lejos. El camino con Isabel fue bastante agradable, ella estaba bastante sonrojada, no decía ninguna palabra. Muchos de mis compañeros decían que yo le gustaba. Ella saco un cuaderno de su mochila y me dijo que quería mostrarme un dibujo que había hecho para mí; atine a sonreír. -Hugo, no encuentro el dibujo, creo que el cuaderno se me ah quedado en casa-Dijo Isa, un poco triste. -No te preocupes, a todos nos pasa. Me fue dando una explicación eterna de porque se le había quedado el cuaderno en casa y me pidió disculpas como por media hora, era rara. Paramos afuera de mi casa, nos despedimos de un beso en la mejilla, y eso fue lo que en mi desato todo. Mi mente empezó a dibujar hermosas creaciones, miles de ideas se me venían a la mente, inspiración, y fue ahí cuando ella mas encima ella me dijo que yo le gustaba. No le respondí nada, entre a mi casa y luego me dirigí a mi pieza, estaba confundido. Una relación a distancia igual era complicada, e Isabel me tentaba. Me conecte a Facebook para ver si Marietta estaba conectada, necesitaba hablar con ella, pero como era de esperar, no lo estaba. Hace una semana que no sé nada de ella, no contesta el celular ni nada, tal vez quiere evitar tener comunicación conmigo porque encontró algo mejor, bueno, basta de pensar eso. Isa me hablo por el chat y me dijo que mañana quería que nos juntáramos en la plaza que está a dos cuadras del colegio cuando saliéramos, que necesitaba hablar conmigo en persona para explicarme lo que me había dicho. Al otro día, cuando salimos de clases, nos fuimos a la plaza, ella me dijo un montón de cursilerías, hermosas. Mi mente volvió a crear esos dibujos hermosos. Nos besamos. Yo quede mal, salí corriendo, acababa de hacer algo indebido, le fui infiel a Marietta. Llegue a mi casa a conectarme para ver si ella estaba, pero no, y ya me estoy cansando de esto, de no poder saber de ella, y quería sentirme bien con alguien, y con Marietta… Decidí que cuando tuviera comunicación con ella le diría que nos tomáramos un tiempo, que necesitaba un tiempo para estar solo, bueno, ese tiempo se llamaba Isabel Núñez. Pero Marietta no se conectaba. Pasaron dos días, y la noticia llego al colegio: el interescolar nacional de robótica se realizaría en nuestro colegio. Vaya, al fin algo que no hacen en Santiago. Estaría plagado de ñoños, yo soy uno de ellos pero no ando metido en esas cosas, así aparento, además, sería una lata estar en esa mierda de concursos o lo que sea. Nuestro profe de Física nos dijo que saldría un seleccionado de Angol y se uniría al grupo de Santiaguinos que viajarían a Nueva York, vaya, eso me tentaba, pero no podía, yo quiero ser un dibujante, y participar sería como darles en el gusto a los adultos que me rodean, además no me interesa tanto la robótica. Isabel entro al concurso, y yo bueno, como un imbécil, decidí hacerlo también, solo para pasar tiempo con ella “estudiando” para el gran día. Cada vez que me besaba con Isa era algo tan genial, muchas cosas pasaban en mi cabeza, creaciones, de todo. Yo me sentía bien. De Marietta nada sabía, no se conecto durante un mes, y cuando lo hizo, no alcance ni siquiera a decirle “hola”; de alguna forma yo estaba nervioso por el interescolar, participar con Isa seria increíble, pero uno de los dos solamente podría viajar y unirse al grupo de ñoños de robótica. Cuando el gran día llego, recibí un mensaje de texto de Marietta diciéndome que me amaba, y que necesitaba hablar conmigo. Vaya, me emocione demasiado cuando vi su mensaje, pero luego recordé lo que había hecho con Isa y lo que tenía que decirle sobre darnos un tiempo, ahí toda la gracia se perdió, pero me entro la curiosidad, ¿de qué me quería hablar Marietta?, tal vez ella también encontró a alguien en Santiago, quien sabe. Mi profesor estaba todo emocionado, el momento se acercaba, Isa me tomo de la mano antes de salir, pero primero, venia la presentación del grupito de ñoños de robótica, que mierda mas grande. Isa tomo mi mano y me dijo que me amaba, eso fue fatal, me dejo en shock, no paralizado, nunca tanto, además, ni siquiera sé lo que se siente estarlo, pero yo sabía que eso no era estar paralizado, era otra cosa. No supe que responderle, ella me miro y me beso. El complejo de culpabilidad me atormentaba, y bueno, fue ahí cuando empezaron a presentar a los chicos de robótica: -Alejandro Contreras, trece años, Santiago; Elisa Castillo, diecisiete años, Antofagasta; Eduardo Rojas, catorce años, Santiago; Francisco Benítez, diecisiete años, Santiago; Marietta Rubilar, catorce años, Santiago. Como me asuste cuando dijeron su nombre, Marietta Rubilar, mi novia. Solté la mano de Isa, nos dieron quince minutos para sociabilizar y luego, empezaríamos a competir para que luego los ñoños de robótica decidieran quien era más apto para unirse a ellos. Entre el público estaba mi mamá y mi hermana, tan felices y apoyándome, y por otro lado estaba mi novia, aunque ella no me había visto. Decidí no prestarle atención y hacerme el tonto e irme a un rincón para que no me viera, pero algo dentro de mí quería abrazarla y decirle lo mucho que me había hecho falta. Isa me buscaba, la note haciéndolo. Pero en eso, sentí que unas manos me tapaban los ojos, pregunte si era Isa pero respondieron que no, y luego soltaron la exclamación “yay”, era Marietta. Y bueno, quede completamente paralizado, no sabía qué hacer, aunque al fin sentía esa sensación, era extraña. Estaba completamente hipnotizado, una rara obsesión de apodero de mi cuerpo, y me hacia permanecer quieto, no solté ninguna palabra. Ella me abrazo y me pidió disculpas por no conectarse ya que ella tuvo que entrenar harto para entrar al grupo de robótica. Me beso. La sensación fue totalmente distinta que con Isa; Isabel me hacía sentir genial, mi mente creaba cosas totalmente geniales, inspiración; Marietta al besarme me dejaba paralizado, mi mente intentaba crear cosas pero cambiaba de idea cada dos segundos, era sobrehumano, esa es la verdad, sentía que el aire me sobraba y que todo este tiempo no había experimentado lo que era respirar, desde hace tiempo que no sentía eso, bueno, eso solo Marietta lo lograba hacer. Nunca supe muy bien lo que quería, al menos si sabía que quería dibujar, pero ahora cambiaba todo, lo único que quería era ganar esa maldita competencia e irme con el grupo de ñoños a Nueva York, irme con Marietta a Nueva York. La vida no es bella señores, no, no gane, gano Isabel, mi novia se dio cuenta que la engañaba con Isa ya que ella me beso cuando gano, le conté la verdad pero le dije que estaba arrepentido, me dejo, salió llorando del evento, y aquí me tienen, escribiendo e intentando dibujar un comic, para ver si me hago famoso y viajo algún día a Nueva York en busca de Marietta, soy un idiota. Fuck It.
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alicia.fontecilla
Saludos
F.R. Sandoval