El reino del éxito
         Soy Agustín, y les voy a narrar la aventura que viví una tarde, mientras estaba en la playa con mi familia, la que me dejó una muy buena enseñanza, que me servirá para mi vida, además hizo que conociera un mundo que yo nunca había visto.
        Una tarde mientras me bañaba en las costas del océano pacifico, observé que a lo lejos, había una entrada de piedra, que al ser incidido por la luz del sol,  irradiaba rayos de luz que al unirse en el aire, hacia que un trofeo dorado y plateado se dibujara en el aire, pero porque se producía este extraño pero curioso fenómeno, pensé mientras lo miraba, que me tomó por sorpresa, y atraído por esto me acerqué más a esa entrada asombrosa, y allí en una piedra que estaba en la parte superior de la construcción leí un extraño graffiti que decía
       Has sido llamado para cumplir con una misión, esta consiste en hallar una invaluable armadura que es indestructible y pertenece al rey de este reino, el reino de muaquy, pero para eso deberás cruzar el laberinto que está  a unos metros de esta entrada, y si lo haces el rey te recompensará, pero como no te lo podemos decir, buena suerte.
         Sorprendido por la misión que se me presentó,  y con una interesante pregunta en mi mente decidí entrar allí, y tratar de cumplir lo más rápido posible con mi misión, la cual me sorprendió, ya que no me esperaba tener que cumplir con una misión, en un día así, para esto atravesé la entrada, y un laberinto con dificilísimos obstáculos apareció ante mis ojos, y muy decidido a cumplir con mi cometido lo intenté cruzar, y lo primero que se me presentó fue una gran pared, que debía según lo que sospeche escalar, para esto hice fuerza con ambos brazos, y poco a poco fui ascendiendo con mucha dificultad, mientras pensaba porque debía hacer esto, porque tenía que ser yo.
         Horas más tarde cuando llegué a la cima de la pared. Salté y un tupido bosque de extraños y espinosos vegetales me cerraba el paso, pero como lo penetraría, sin lastimarme, me pregunté, mientras miraba como aparecían extraños seres de tres pies y  grandes cabezas, los cuales en una lengua muy extraña que yo no conocía me dijeron
         Hemos venido a ayudarte, para que puedas seguir con tu difícil misión, y encontrar la armadura que el rey de este reino necesita, toma estas espadas, y úsalas para cortar y apartar los espinosos vegetales que han aparecido, nos veremos al final de este laberinto.
        Luego de decir esto, los extraños seres se esfumaron convirtiéndose en una bruma grisácea que se alejo hacia el este, y haciéndoles caso comencé a pegarle a los vegetales y a cortarlos, cruzando ese peligroso bosque, lo cual me tomo horas pero logré superarlo, llegando poco después a un corrientoso río, el cual debía según mis cálculos cruzar, pero como haría esto posible, sin ahogarme en sus profundas y traicioneras aguas, esa pregunta se apoderó de mi mente, pero como no hallé una respuesta, comencé a mirar a todos lados, en busca de algo que me ayudara, hasta que hallé unos metros más atrás unos fuertes troncos que me podían ayudar, así que los tome y los arroje en el agua, y luego me paré sobre estos.
         Sin saber si estos aguantarían la fuerza del agua, y no se darían vuelta, afortunadamente pude cruzarlo, tambaleándome un poco, y arribe a un extraño paraíso de hermosos abetos y pinos, además de la dulce y agradable fragancia de jazmín y lavanda que invadían el lugar, pero donde había llegado, me pregunte mirando hacia todos lados, cuando de repente una armadura brillante, de muchos colores, apareció semienterrada detrás de unos abetos,  y yo rápidamente corrí a agarrarla, y esta hizo que como por arte de magia que un rey bajito y vestido con un túnica de diversos colores apareciera delante de mí, y mirándome con una sonrisa de oreja a oreja me dijo
          - esta armadura simboliza el éxito que una persona puede tener si se esfuerza y si pasa los desafíos que la vida le presenta para lograrlo, y vos lo has logrado, y como nunca has conseguido el éxito en tu vida, te he traído aquí para ponerte a prueba y ver si tienes lo necesario para lograrlo, además como lo has logrado te daré como recompensa el éxito eterno en tu vida, te quedarás a vivir aquí, porque este es el reino del éxito.
         Luego de decirme esto el rey me abrazo y tomo de los brazos y me condujo hacia su palacio, dejándome una muy buena enseñanza que para lograr el éxito hay que vencer muchos desafíos, que no siempre son fáciles, además me enamore de su hija mayor, una princesa de una belleza increíble, además nos casamos dos años después y somos una hermosa familia,  aparte de eso, el éxito nos acompaña en nuestras vidas.